La preocupación por la eventualidad de acciones terroristas en contra de legaciones estadounidenses en el exterior vuelve a ser cuestión prioritaria para la Casa Blanca. Serias advertencias fueron lanzadas respecto de atentados. La recomendación también para los ciudadanos estadounidenses en el extranjero. Ayer varias embajadas estuvieron cerradas, para mayor seguridad.
La circular de la portavoz del Departamento de Estado, Marie Harf, quien además es experta en inteligencia, fue clara sobre la decisión de no abrir algunos consulados en países del mundo islámico, donde es día de trabajo. Zonas críticas en Oriente Próximo y el norte de África y no se descartan actos violentos en la Península Arábiga. El Gobierno estadounidense ha extremado prevenciones luego de los hechos en el consulado de Bengasi, en Libia, en septiembre de 2012, donde fueron asesinados 4 estadounidenses, entre ellos el embajador Chris Stevens.
Son temores recurrentes que suelen aparecer y recuerdan los terribles atentados terroristas en el propio suelo estadounidense el 11 de septiembre de 2001. Y ahora tienen información específica sobre el particular. Por eso la alerta general sobre posibilidad de que los blancos sean sistemas de transporte público y en general las infraestructuras que usan los turistas. Organismos de seguridad están en guardia permanente.