Colombia es uno de los países con mayor tradición en materia de libertad de prensa y opinión. Y en el ejercicio de la misma nada más natural y lógico que en una entrevista el personaje sea titular y responsable de sus afirmaciones.

En el caso de la entrevista hecha por la periodista y columnista María Isabel Rueda al exvicepresidente Francisco Santos, que dio origen a una denuncia penal contra éste último por parte del alcalde de Bogotá, la Fiscalía debe remitirse al texto publicado y hacer las valoraciones jurídicas a partir del mismo. No es función de la periodista entregar la grabación de la entrevista ni mucho menos declarar ante las autoridades para “esclarecer el alcance” de las afirmaciones del personaje.

La libertad de prensa no se puede vulnerar. Por eso Andiarios, la FLIP y el gremio periodístico están sorprendidos por la citación de la Fiscalía a la periodista en un pleito en el que no tiene arte ni parte.