Jueves, 1 de Diciembre de 2011
Miles de personas se manifestaron en Grecia contra las medidas de rigor, en la primera huelga general contra el Gobierno de Lucas Papademos.
A mediodía, la policía contaba 17.000 manifestantes en Atenas y unos 6.000 en Tesalónica (norte), bajo el eslógan "No al presupuesto de austeridad" y "Que paguen los culpables y los que evaden impuestos".
La movilización fue inferior a la registrada en la anterior huelga general del 19 y 20 de octubre, cuando se manifestaron más de 125.000 personas en todo el país.
"Efectivamente hay menos gente que en octubre (...) pero la paciencia de la gente empieza a agotarse (...) Hay una gran tristeza y una cólera que se van a expresar pronto, espero que no sea de forma incontrolada", dijo Ilias Iliopoulos, vicepresidente del sindicato de funcionarios ADEDY, a la radio Flash.
La huelga general, la decimocuarta desde el inicio de la crisis de la deuda griega en 2010, fue seguida principalmente en el sector público. El tráfico ferroviario estaba paralizado, los barcos amarrados y tanto escuelas como hospitales funcionaban al mínimo.
En Atenas, los taxis y el metro funcionaban sin embargo con normalidad, y podían verse numerosos comercios abiertos. El tráfico aéreo y la Bolsa de Atenas también operaban de forma normal, y los autobuses observaron un paro de varias horas por la mañana y prevén otro por la tarde.
Según Costas Tsikrikas, presidente de ADEDY, la débil movilización se explica porque "la gente está aterrorizada con la posibilidad de no recibir su sueldo o su pensión".
La ADEDY criticó en especial los recortes salariales acometidos y un plan de paro técnico que afectará a 20.000 funcionarios este mes y a 150.000 de aquí a 2013, según las previsiones del gobierno.
Luciendo en la manifestación de Atenas una pancarta en la que se lee "La libertad es para las personas, no para los mercados", Elpida Alebizou considera que "si seguimos los pasos de Argentina, acabaremos teniendo que dar de comer a la gente" en los locales de una asociación de vecinos de la que forma parte.
"El problema no es la deuda, el objetivo aquí es reducir a la miseria a los trabajadores, para que luego las empresas se instalen con una mano de obra barata", dice Costas Papanicolaos, funcionario.
A su lado, Yannis, también funcionario, afirma haber perdido el 30% de su salario y critica el plan de privatizaciones pendiente de ejecución, como parte de las medidas de rigor. "El Gobierno está dispuesto a vender propiedades del Estado por un plato de lentejas".
Costis Vaggelis, jubilado y militante comunista, critica unas "medidas gubernamentales favorables al capital, que degradan nuestras vidas", y cuenta que con las medidas de rigor su pensión se redujo un 20%, a 650 euros.
La huelga se produce antes de que el Parlamento vote el martes un plan presupuestario 2012 que reducirá el gasto público y el número de funcionarios, y aumentará la carga impositiva para reducir el déficit del país.
El presupuesto del año próximo prevé reducir el déficit del 9% previsto este año a 5,4% del PIB, pero también una contracción de la economía por quinto año consecutivo (-2,8%).
Acosada por una deuda de más del 150% de su PIB (unos 350.000 millones de euros), Grecia ha multiplicado desde 2010 las medidas de rigor a cambio de la ayuda financiera de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, que le permitió escapar a la suspensión de pagos.
El primer ministro griego, el tecnócrata Lucas Papademos, se comprometió en una carta enviada el martes a los dirigentes de la UE, el FMI y el Banco Central Europeo a cumplir todas las medidas necesarias para la aplicación del segundo plan de rescate del país, acordado por la Eurozona el 26 de octubre.
Dicho plan, de 130.000 millones de euros, prevé la eliminación del 50% de la deuda griega en manos privadas mediante una participación voluntaria de los acreedores en un intercambio de obligaciones.
AFP