Maratónica gira de Chávez para cerrar campaña | El Nuevo Siglo
Lunes, 1 de Octubre de 2012

El presidente venezolano, Hugo Chávez, arrancó una intensa gira final de cuatro días en su campaña rumbo a la reelección en los comicios del próximo domingo desde su pueblo natal, Sabaneta (suroeste), donde fue recibido por miles de simpatizantes.

"Un saludo a todo mi pueblo amado, un saludo a este nido de mi vida", dijo al llegar Chávez, que destacó cómo habían crecido los árboles de la Plaza Bolívar, corazón de Sabaneta, un poblado de unos 40.000 habitantes en Los Llanos venezolanos, en el estado de Barinas.

El mandatario, que en los últimos días ha acelerado el ritmo de sus actos electorales, visitará dos estados al día hasta el jueves, último día oficial de campaña, en que hará un gran cierre en Caracas.

Antes de comenzar una caravana de unos 17 km por las localidades de los alrededores, lanzó una andanada contra su contrincante, el opositor Henrique Capriles Radonski, de 40 años, a quien acusó de recibir dinero del narcotráfico.

"Esos grandes empresarios que están aportando mucho dinero a su campaña y desde el exterior también, los banqueros prófugos, unas mafias, lavado de dinero, narcotráfico", sostuvo.

El mandatario, de 58 años y desde 1999 en el poder, llega como favorito a los comicios del domingo frente a Capriles, quien ha protagonizado una campaña mucho más activa en comparación con la del gobernante -convaleciente de un cáncer- y en las últimas semanas ha recortado la brecha que le separaba del mandatario, según las encuestas.

Chaávez aprovechó su visita al pueblo donde nació y se crió para desplegar su lado más carismático, saludando por su nombre a algunas de las personas que le aclamaban en su recorrido y contando anécdotas de su juventud, recordando los negocios donde compraba y los sitios a los que iba a bailar o a jugar pelota.

"Allá en la otra esquina fue que yo nací", dijo en un punto del recorrido, y un poco más adelante lanzó un: "Saludos Flor y a todos los Figueredo, te amo, vieja". "Saludos al compadre Pancho", gritó a un anciano que lo observaba apoyado en un muro.

Durante el recorrido por la zona de Chávez, algunos de sus seguidores, en medio de un tremendo bullicio de gritos y música a todo volumen, se lanzaban contra el cordón de seguridad intentando acercarse al gobernante, para darle la mano o para pasarle notas con peticiones personales.

Al no lograrlo, se los lanzaban desde la distancia y algunos llegaban a golpear en la cara del destinatario, que saludaba y sudaba profusamente por el húmedo calor de la zona.

Juana de Sanjuán, una mujer de 60 años que se dedica a criar animales en su finca y recibe una pensión de jubilación gracias a una misión, uno de los populares programas sociales del gobierno financiados con los ingresos petroleros, era una de las que quería hacerle llegar al presidente su solicitud.

"Me siento bien, pero más feliz me sentiría si me dejara pasar a saludarlo", dijo mientras esperaba a Chávez en las vallas que rodeaban el punto de inicio. "Necesito hablar con él para pedirle un crédito para remodelar mi finca".

"Es el mejor presidente que hemos tenido. Se preocupa por los pobres. Si viene otro presidente termina con todo y Venezuela se vuelve un desastre", advertía Sanjuán.

Una joven de 21 años, que no quiso dar su nombre, quería que el presidente abrazara a su pequeña hija, a la que ha puesto el nombre de María Victoria Chávez Frías: "Voy a estar feliz cuando el presidente la cargue en sus brazos".