Tras exaltar el trabajo de investigación realizado por la Policía y el Ejército Nacional, para dar con los presuntos responsables de irregularidades al interior de la Fuerza Pública, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, fue enfático en asegurar que no pueden  quedar uniformados que actúen de manera irregular en las instituciones.

"Manzana podrida detectada, manzana podrida que se va. Nuestras Fuerzas Militares y de Policía no pueden quedarse con gente mala (...) Me siento satisfecho por encontrar situaciones irregulares y tomar decisiones para que las Fuerzas Armadas no toleren faltas éticas y contra la ley", dijo este miércoles el Ministro durante una ceremonia de ascensos de oficiales de la Policía Nacional en la Escuela de Cadetes,  General Francisco de Paula Santander, en Bogotá. 
 
Pinzón afirmó que "más grave sería no actuar frente a estos casos, más grave sería no depurar las instituciones más sagradas de la Patria, porque debemos dar ejemplo al resto de las instituciones públicas y privadas del país (…) no dejaremos de depurar y lo seguiremos haciendo". 
 
El Ministro fue enfático en señalar que las instituciones deben tener procesos de depuración cuando sea necesario; felicitó el trabajo del director de la Policía Nacional, general Rodolfo Palomino, y al comandante del Ejército Nacional, general Jaime Lasprilla, por las investigaciones y decisiones frente a irregularidades cometidas por uniformados. 
 
Sobre las denuncias por corrupción en el Ejército que son investigadas por el Grupo de Transparencia del Ministerio de Defensa, Pinzón afirmó: "no dudamos en enviar a este grupo a hacer investigaciones de manera rápida, sin reemplazar a la justicia o a las autoridades disciplinarias, pero sí garantizando el servicio transparente y efectivo de nuestras Fuerzas Armadas". 
 
Agregó que frente a ese hecho recientemente divulgado en medios de comunicación, se siente "muy satisfecho (…) no podemos quedarnos con personas que tengan un manto de duda sobre su trabajo". 
 
Concluyó que su principal objetivo es mantener en los máximos niveles la disciplina y la ética dentro de las Fuerzas Armadas.