Mantener el rumbo de la política promete el nuevo rey saudita | El Nuevo Siglo
Viernes, 23 de Enero de 2015

El nuevo rey Salman de Arabia Saudita prometió mantener el rumbo de la política de la primera potencia petrolera del planeta, tras la muerte y el entierro de su predecesor, su medio hermano Abdalá.

Abdalá, que falleció de madrugada en el hospital donde se encontraba hospitalizado desde el 31 de diciembre por una neumonía, era un aliado de los países occidentales en la lucha contra los yihadistas.

Tras la tradicional oración de los viernes, el ex jefe de Estado saudita, de unos 90 años, fue enterrado durante la tarde en un cementerio próximo a la mezquita Imam Turki de la capital en presencia de numerosos dignatarios árabes y extranjeros. 

Numerosos dirigentes más rindieron homenaje a Abdalá, a quien calificaron de "defensor de la paz" y de partidario del diálogo entre los musulmanes y los países occidentales.

En su primer discurso después de la entronización, el nuevo rey Salman, de 79 años, declaró que seguiría los pasos de su predecesor en la política de este país, primer exportador de crudo del mundo y un peso pesado en Oriente Medio.

"Seguiremos, con la fuerza de Dios, en el camino recto que este Estado ha seguido desde su creación por el rey Abdelaziz Ben Saud", afirmó el nuevo monarca, que cuenta con problemas de salud.

Asimismo, designó como segundo príncipe heredero a Mohamed Ben Nayef, hasta ahora ministro del Interior, y nombró titular de Defensa a uno de sus hijos, Mohamed Ben Salman. Muqrin, otro medio hermano de Abdalá, pasó a ser el nuevo príncipe heredero, tras el deceso del monarca.

Estos dos nombramientos refuerzan en el seno de la dinastía de los Saud al clan de los Sudairi, que se debilitó durante el reinado de Abdalá. El nuevo monarca forma parte de este clan.

 

- Ceremonia de lealtad -

 

Durante la tarde, la "ceremonia de lealtad" al rey Salman y al príncipe heredero Muqrin empezó en el palacio real, donde cientos de ciudadanos sauditas se disponían a jurar "obediencia y fidelidad".

Tras la declaración del nuevo rey sobre una continuidad en la política de este reino que intenta reafirmar su liderazgo en un cambiante mercado mundial del petróleo, los precios del crudo retrocedieron este viernes al inicio de los intercambios en Nueva York.

La monarquía del Golfo defiende firmemente el mantenimiento de las actuales cuotas de producción de crudo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), pese al riesgo de un mayor descenso de las cotizaciones del oro negro, que cayeron más de un 50% desde junio.

Además del peso en el sector del petróleo, Abdalá mantenía una fuerte influencia en la política regional. Frente a la creciente presión de los grupos islamistas, Riad apoyó al actual presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, y jugó un papel clave en la oposición al régimen sirio, al autorizar a Washington el entrenamiento de rebeldes en su territorio.

El difunto rey gobernó oficialmente este ultraconservador reino sunita durante una década, pero en realidad lo dirigía desde el ataque cerebral que sufrió su predecesor, el rey Fahd, en 1995.

 

- "Insensible a los derechos humanos" -

 

Pero Abdalá también decepcionó las expectativas de los reformadores, en especial, en el ámbito de la libertad de expresión o el lugar de la mujer en la sociedad.

Amnistía Internacional denunció un reinado "insensible a los derechos humanos" y acusó a Occidente de encubrir esta política a causa del liderazgo del reino en el sector de los hidrocarburos y de su apoyo en la lucha contra los yihadistas.

El vicepresidente estadounidense Joe Biden y el jefe de Estado francés François Hollande tienen previsto acudir a Arabia Saudita a dar su pésame, al igual que el primer ministro británico David Cameron, el príncipe Carlos de Gales y el jefe de la diplomacia iraní Mohamad Javad Zarif.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, el primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, y los jefes de los Estados del Golfo asistieron el viernes a los funerales de Abdalá.

El cuerpo sin vida del monarca fue vestido con el pañuelo tradicional rojo y blanco de la dinastía y sus restos fueron cubiertos por un manto amarillo y depositados en un cementerio próximo a la mezquita Imam Turki.

El presidente estadounidense, Barack Obama, fue uno de los primeros en rendir tributo a un "valioso amigo" y un dirigente "sincero". Por su parte, su homólogo ruso, Vladimir Putin, habló de "un político sabio y un dirigente que gozaba del amor y el respeto de sus súbditos". 

En este país, donde nació el islam en 622 y donde se encuentran los dos principales lugares santos para los musulmanes en La Meca y en Medina, los ciudadanos expresaron su tristeza, pero sin mostrarse preocupados.

"Todo irá bien" con Salman, dijo Saud Mubarak, un guardia de seguridad de 24 años, para quien "no habrá ruptura", ya que la familia real "son todos hermanos y se entienden"/AFP.