Matteo Renzi, líder del Partido Demócrata (PD), lanzó un órdago al primer ministro italiano, Enrico Letta, y pidió la formación de un nuevo gobierno, ahondando una lucha fratricida en la izquierda que llevó a que el primer ministro Enrico Letta anunciara su renuncia.
La dirigencia del PD "nota la necesidad y urgencia de abrir una nueva etapa con un nuevo ejecutivo", había declarado Renzi en la mañana, en la apertura de una crucial reunión del partido en Roma, descartando la realización de elecciones anticipadas en Italia.
"Hay que abrir una nueva página (...) Hay que cambiar de horizonte y de ritmo" afirmó, y exhortó a los miembros de la dirección del PD a "asumir el riesgo del cambio".
Sin embargo, Renzi no afirmó abiertamente que quiera sustituir a Letta, tal como había escrito la prensa, aunque tras la dimisión de Letta tendrá el camino libre para ocupar ese cargo.
El PD, principal formación de izquierda en Italia, mantuvo esta reunión en un contexto de lucha fratricida entre Letta, actual jefe de gobierno, y Renzi, ambicioso líder del partido e impaciente por ocupar la jefatura del ejecutivo.
La dirección del PD, compuesta por unas 140 personas, se reunió en un momento de divisiones y luchas internas, que han complicado su actividad en los últimos meses.