Manifestantes rompen alambrada en palacio de Mursi | El Nuevo Siglo
Viernes, 7 de Diciembre de 2012

Los manifestantes opuestos al presidente egipcio Mohamed Mursi rompieron este viernes una alambrada que protege el palacio presidencial del Cairo, pero los soldados les impidieron acceder a la puerta principal, indicaron periodistas de la AFP en el lugar.

Más de 10.000 personas siguen en la plaza frente al palacio, donde el ejército tiene desplegados los tanques.

Oposición

El rechazo de la oposición de participar en el diálogo propuesto por el presidente Mohamed Mursi agravó un poco más este viernes la situación política en Egipto, donde miles de personas se manifestaron nuevamente contra el mandatario islamista.

Miles de manifestantes hostiles a Mursi, que desató la crisis con un decreto que le da poderes muy amplios, se reunieron en El Cairo para marchar hacia el palacio presidencial, el epicentro de las tensiones en los últimos días, y donde se desplegó el ejército.

Los adversarios de Mursi bautizaron la jornada de protesta "Viernes de la tarjeta roja".

"¡Ni decreto ni Constitución, todo el régimen tiene que irse!", gritaban algunos manifestantes, aludiendo a los poderes excepcionales que se otorgó el presidente y al referéndum previsto para el 15 de diciembre sobre un controvertido proyecto de Constitución. "¡El pueblo quiere que caiga el régimen!" o "¡Fuera!", gritaban otros.

Según testigos, también hubo manifestaciones hostiles al presidente en la plaza Tahrir, en el centro de El Cairo, en Hurghada, sobre el Mar Rojo, y en Qena (sur). En Alejandría, hubo dos manifestaciones rivales.

Por su parte, el Frente de Salvación Nacional (FSN), principal coalición de la oposición presidida por el premio Nobel de la Paz Mohamed ElBaradei, indicó en un comunicado su "rechazo a participar en el dialogo propuesto por el presidente de la República".

La propuesta de Mursi no brinda las bases "para un diálogo verdadero y serio", dijo el FSN.

El jueves, Mursi defendió sus nuevas prerrogativas y el proyecto de Constitución e invitó a la oposición al diálogo, en un discurso a la nación retransmitido por televisión tras los sangrientos enfrentamientos del miércoles entre partidarios y opositores del presidente.

"Respetamos la libertad de expresión pacífica, pero no dejaremos a nadie participar en asesinatos y actos de sabotaje", dijo.

La oposición se comprometió a "continuar utilizando todos los medios legítimos para proteger sus derechos y libertades y volver a poner a la revolución en el buen camino".

Los jóvenes del 6 de Abril, que participaron el año pasado en la movilización popular que desembocó en la renuncia del entonces presidente Hosni Mubarak y forman parte del FSN, instaron a manifestarse en El Cairo y el resto del país. "Abajo el poder del Guía" de los Hermanos Musulmanes y "abajo Mohamed Mursi", afirmaron en un comunicado.

La grave crisis política que divide al país desde el anuncio del decreto sobre los poderes presidenciales, el 22 de noviembre, degeneró en enfrentamientos entre pro y anti Mursi delante del palacio presidencial la noche del miércoles. Siete personas murieron y centenares resultaron heridas.

Los funerales de varios de los fallecidos, que según los Hermanos Musulmanes eran partidarios del presidente, fueron organizados en la mezquita Al Azhar de El Cairo, con la presencia de Mohamed Badie, Guía Supremo de la cofradía a la que pertenece el mandatario.

La oposición denuncia el giro autoritario de Mursi, porque el decreto impide cualquier recuso judicial contras sus decisiones y también contra la comisión que elaboró el proyecto de constitución, dominada por los islamistas.

Los opositores también piden que se abandone el referéndum sobre el proyecto de Constitución, que ofrece según ellos pocas garantías para la libertad de expresión y de religión.

Mursi alega que sus poderes ampliados son "temporales" y que tienen por objetivo acelerar la transición política.

Al Azhar, la más alta autoridad del islam sunita, pidió al presidente que suspendiera su decreto para sobrepasar la crisis. El presidente estadounidense Barack Obama conversó telefónicamente con Mursi para comunicarle su "profunda inquietud" por la violencia.