Sindicalistas, estudiantes, trabajadores de la salud y la educación se manifestaron este martes en las principales ciudades de Colombia en respaldo a una protesta de miles de campesinos y en repudio a los Tratados de Libre Comercio (TLC) promovidos por el gobierno.

En Bogotá, cientos de personas participaron en una marcha hasta la céntrica plaza de Bolívar para apoyar a los campesinos que protestan desde el lunes en demanda de ayudas económicas y acceso a la propiedad de la tierra.

Pero los reclamos de los manifestantes no se limitaron al tema agrario e hicieron también reivindicaciones sociales para docentes y trabajadores de la salud, a la vez que protestaron contra "políticas neoliberales" del gobierno y exigieron "revisar" o "derogar" los TLC.

Manifestaciones similares se daban en una treintena de ciudades, incluidas Medellín (noroeste) y Cali (suroeste), las más importantes después de la capital.

"Le decimos al gobierno que escuche la voz de los campesinos y los sectores sociales que hoy están en conflicto. Este país no se lo vamos a dejar a los grandes agroproductores, a las transnacionales que se están apoderando de los terrenos", dijo ante los manifestantes Eberto Díaz, portavoz de la Mesa Nacional de Interlocución Agraria, que organiza la protesta.

"El campo colombiano lo vamos a tomar los campesinos para producir alimentos", enfatizó Díaz, ante los manifestantes que coreaban "Abajo los TLC".

Victor Ríos, un campesino que llegó a la manifestación desde una zona rural de las afueras de Bogotá, dijo que protesta porque "el gobierno está importando de otros lados y haciendo que lo que uno produce no valga nada".

"¡Que no importen nada más!", exclamó este hombre de 47 años que mantiene a su familia con la producción de leche y papas.

A principios de agosto comenzó a aplicarse un TLC entre la Unión Europea y Colombia, país que en los últimos años también ha puesto en vigor tratados similares con Estados Unidos y Canadá.

Desde el lunes y de manera indefinida, miles de campesinos se han concentrado en zonas rurales de Colombia para exigir que fijen precios de sustentación para ciertos productos y la rebaja de los insumos agrícolas.

Además, los pequeños agricultores buscan garantías para el acceso a la propiedad de la tierra, la constitución de zonas de reserva campesinas, una política favorable a los mineros artesanales y mejoras en las zonas agrícolas, especialmente en cuanto a salud y acceso al agua potable.

Este martes, unos 40.000 camioneros, que piden rebajas en los precios de los combustibles, y miles de maestros en busca de mejoras económicas y sociales se sumaron también al paro campesino, según los organizadores.

Paralelamente, mineros artesanales cumplen ya casi un mes de protestas en demanda de su formalización.

"Si protestamos todos juntos, con una misma voz, el gobierno se tiene que dar cuenta del daño que hace con sus políticas neoliberales y escuchar finalmente al pueblo campesino, ahogado por los TLC", dijo a la AFP Nicole Pachón, una estudiante de 18 años que se unió a la protesta.

En la tarde de este martes habrá una reunión de los líderes de la protesta en las regiones "para hacer un balance del paro y ver cuál será la proyección", según dijo Díaz a la AFP.

Mientras tanto, desde el centro de Bogotá los líderes sociales y sindicales pidieron en una carta al presidente Juan Manuel Santos que se instalen mesas de diálogo para ofrecer "soluciones concretas" a los sectores en conflicto y que cesen "los ataques de la fuerza pública" a los manifestantes.

El gobierno de Santos se ha declarado abierto al diálogo, pero ha advertido que no permitirá bloqueos en las vías ni desórdenes.

Unos 15.000 agentes han sido desplegados alrededor del país para controlar las decenas de manifestaciones y actos de protesta. Este martes, los policías han actuado para disolver once puntos de bloqueo en vías y casos puntuales de desórdenes.

La carretera que comunica a Bogotá con la ciudad de Tunja, a unos 150 kilómetros de la capital, es una de las que se encuentran bloqueadas por decenas de campesinos, que pinchan los neumáticos de autobuses y vehículos de carga pesada para impedir su tránsito.

Hasta ahora, 46 personas han sido detenidas en las movilizaciones, según un balance de la Policía Nacional.

El director de la Policía Nacional, Rodolfo Palomino, dijo sin embargo que las marchas y manifestaciones "se están realizando en la gran mayoría de las ciudades sin ningún tipo de perturbaciones".

Parte positivo del gobierno

El Ministro del Interior, Fernando Carrillo Flórez, entregó un reporte de las últimas 36 horas de la jornada nacional de paro y señaló que, aunque se han presentado algunos bloqueos en las vías del país, la protesta social se ha dado dentro de los límites de la civilidad.

“El Gobierno registra con beneplácito que la mayoría de los colombianos ha entendido que es legítimo protestar pero que las vías de hecho y los bloqueos deben ser rechazados por los colombianos. Es bueno resaltar que en la mayoría de las manifestaciones no ha habido problemas de violencia”, afirmó el jefe de la cartera política.

El Ministro Carrillo Flórez dijo que desde ya se está judicializando a quienes participan de las vías de hecho. “Tenemos dificultades en cuatro departamentos: Arauca, Putumayo, Boyacá y en Nariño, y se registra un bloqueo que se está levantando en el sur del Cauca”.

De igual forma, el alto funcionario reiteró la voluntad de diálogo del Gobierno Nacional con las organizaciones sociales, a través de mesas regionales y sectoriales.

“Son mesas que están en este momento activas y esperamos que regresen los dirigentes sociales a las mesas de diálogo”, puntualizó el Ministro del Interior.

AFP /ENS.