Manifestaciones en Turquía: sigue represión | El Nuevo Siglo
Martes, 4 de Junio de 2013

La policía volvió a utilizar bombas de gas lacrimógeno y cañones de agua a presión en la noche del martes para dispersar centenas de manifestantes en Estambul y en la capital, Ankara, al fin de una jornada que había comenzado con un pedido de disculpas del viceprimer ministro a las víctimas de la represión.

Grupos de manifestantes trataron de concentrarse ante las oficinas del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, en las dos principales ciudades del país e ignoraron llamados policiales para dispersarse, de acuerdo con un periodista de la AFP e imágenes de televisión.

En la mañana del martes, el vice primer ministro turco, Bülent Arinç, había pedido disculpas a los manifestantes heridos por la represión policial durante las protestas que desde hace cinco días agitan el país, aunque horas más tarde miles de manifestantes volvieron a ocupar la plata Taksim, en Estambul.

El gobierno turco recibió elogios de Estados Unidos por su pedido de disculpas a los manifestantes heridos, pero la iniciativa de Arinç no parece haber disminuido la fuerza de las protestas.

Durante la jornada, durante una visita a Argelia, Erdogan, calificó como "extremistas" y "vándalos" a los manifestantes.

La respuesta de las protestas no se hizo esperar, y ya al caer la noche en Estambul una multitud había vuelto a ocupar la plaza Taksim. "Los vándalos están aquí, ¿Dónde está Tayyip?", coreaban los manifestantes.

Para muchas de las personas que participan en las protestas, Erdogan -quien ganó tres elecciones nacionales consecutivas- es el responsable por imponer reformas conservadoras de cuño islámico, en un país mayoritariamente musulmán pero constitucionalmente secular.

"Si ellos se van, si cambian algo en Turquía, si terminan con todo ese conservadurismo y las cosas que hicieron, entonces tal vez la multitud retorne a casa", dijo el estudiante Didem Kul, de 24 años, acompañado de varios amigos en la plaza Taksim.

"Pero no podemos ir a casa sin manifestarnos. Y aún si vamos a casa, el sentimiento no cambiará", añadió.

Inclusive hinchas de fútbol de dos equipos ásperamente adversarios, Besiktas y Fenerbaçe, se unieron y se presentaron de manos dadas en las protestas.

La jornada fue marcada por el inédito pedido de disculpas de Arinç, iniciativa que parece haber marcado un distanciamiento entre el vice primer ministro y Erdogan.

"Me disculpo ante quienes sufrieron la violencia por ser sensibles a las cuestiones ambientales", dijo Arinç.

"Lo que hizo descontrolarse las cosas fue la utilización de gases lacrimógenos por parte de las fuerzas de seguridad, por una u otra razón, contra personas que tenían inicialmente exigencias legítimas", añadió Arinç en una rueda de prensa en Ankara tras reunirse con el presidente Abdulá Gul.

Desde que se inició la movilización, Gul y Arinç, ambos del partido AKP de Erdogan, se han mostrado más conciliadores que el jefe de gobierno.

Poco más tarde, el portavoz de la presidencia estadounidense, Jay Carney, saludó el gesto de Ariç.

"Damos la bienvenida a las disculpas presentadas por el viceprimer ministro (de Turquía) por el excesivo uso de la fuerza, y continuamos urgiendo para que estos eventos sean investigados", dijo el portavoz de la Casa Blanza, Jay Carney.

"Esperamos que, como ya hemos dejado claro, el Gobierno turco se encargue de este asunto de manera que se respeten los derechos de libertad de expresión y de reunión", añadió Carney.

Sin embargo, en Turquía úa poderosa Confederaciones de Sindicatos del Sector Público (KESK, que representa cvasi medio millón de trabajadores) lanzó un llamado de una huelga de dos días.

El portavoz de KESK, Baki Cinar, dijo a la AFP que el pedido de disculpas de Arinç "es apenas un control de daños, y solamente porque saben que están atrapados".

La confederación gremial CISK, que representa unos 420.000 trabajadores, anunció que se sumará al llamado a la huelga.

En Ginebra, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, sugirió que el gobierno turco investigue el comportamiento de la policía en la represión a las manifestaciones, especialmente durante el pasado fin de semana.

"Estamos preocupados por las informaciones sobre el uso excesivo de la fuerza por las fuerzas del orden contra los manifestantes en Turquía", declaró a los periodistas Cecile Pouilly, portavoz de la Alta Comisionada.

AFP.