Manifestaciones contra nueva Constitución egipcia no cesan | El Nuevo Siglo
Miércoles, 19 de Diciembre de 2012

La oposición egipcia se manifestó ayer, otra vez, contra el proyecto de Constitución defendido por el presidente islamista Mohamed Mursi, con la esperanza de reactivar la movilización antes de la segunda etapa, el sábado, de un referéndum sobre este texto que divide profundamente al país.

 

Estas manifestaciones van acompañadas de una agravación de la crisis entre los magistrados y Mursi: un nuevo grupo de jueces anunció que se unía al boicot de la supervisión del voto, y el fiscal general dimitió poco después ser nombrado por el mandatario.

 

Cientos de personas se congregaron  en distintos lugares de El Cairo para dirigirse finalmente hacia la plaza Tahrir y el palacio presidencial.

"No estamos de acuerdo con esta Constitución y no reconocemos la validez del referendo", declaró uno de ellos, Ayub Lauindi.

El Frente de Salvación Nacional (FSN), que reúne a los principales movimientos de la oposición de izquierdas y liberal, había llamado a manifestarse en la tarde en El Cairo, en la plaza Tahrir y delante del palacio presidencial "para defender las libertades, impedir el fraude y rechazar el proyecto de Constitución".

La primera parte de la votación, que implicó a cerca de la mitad de los 51 millones de los electores inscritos, dio casi un 57% de aprobación al proyecto apoyado por Mursi y sus Hermanos Musulmanes, según resultados oficiosos.

 

La segunda fase tendrá lugar el sábado en 17 gobernaciones. Los resultados oficiales de las dos vueltas sólo serán publicados al término de esta segunda etapa.

Las cifras oficiosas llevan a pensar que el texto será adoptado, a pesar del decidido rechazo de una oposición que le reprocha favorecer una islamización acentuada del país y de ofrecer pocas garantías para las libertades.

La oposición y las ONG denuncian también que el voto presentó numerosas irregularidades.

El ministerio de Justicia anunció que había designado jueces para que investiguen estas presuntas irregularidades.

El sector presidencial hace valer que este proyecto de Constitución debe traer una estabilidad institucional a Egipto, y cerrar la agitada transición consecutiva a la caída del régimen de Hosni Mubarak a comienzos de 2011.

 

Una vez más, el poderosos ejército egipcio advirtió contra los riesgos de una crisis prolongada.