Manifestaciones en Rio de Janeiro y Sao Paulo terminaron la noche del martes con enfrentamientos entre enmascarados Black Bloc, que causaron destrozos en edificios y la vía pública, y la policía, que usó gases lacrimógenos para tratar de dispersarlos.
Centanas de personas fueron detenidas en ambas ciudades --el diario Folha habla de 120 en Rio y 56 en Sao Paulo, pero no hay cifras oficiales-- en otra jornada de protesta que termina con violencia.
En Rio de Janeiro, unos 45 minutos después de que terminara una marcha de maestros en huelga desde hace dos meses, que congregó a unas 7.000 personas según la policía, comenzó el enfrentamiento provocado por unos 100 Black Blocs, que devolvían el gas lacrimógeno lanzado por la policía y arrojaron además bombas caseras.
Los anarquistas arrancaron además las placas de aluminio instaladas en edificios públicos y tiendas del centro de Rio y las usaron como escudo. Tablones que cubrían vidrieras fueron usados para armar fogatas en el medio de la calle, constató la AFP.
Una patrulla y un autobús de la policía fueron incendiados por manifestantes.
"¡Sin hipocresía, la policía mata todo el día!", gritaban los anarquistas vestidos de negro y con los rostros cubiertos mientras marchaban en la avenida Rio Branco, cuyo tránsito fue interrumpido en la hora pico.
En Sao Paulo, la violencia vino también después de una marcha de estudiantes y profesores que reunió a unas 300 personas según la policía (los organizadores aseguran que asistieron 3.000).
Cinco agencias bancarias, tres autos y un bus fueron depredados.
El sindicato de maestros de Rio decidió mantener la huelga que comenzó hace 61 días en rechazo a un plan de carrera y de salarios.
Los huelguistas exigen que se reanuden las negociaciones. El plan aprobado beneficia, según el gremio de maestros, sólo a 7% de sus afiliados, que trabajan 40 horas a la semana en la misma escuela.
En la actualidad, un profesor gana 25 reales (11,3 dólares) la hora.
Hace una semana, otra marcha en apoyo a los maestros terminó igualmente con enfrentamientos entre la policía y anarquistas enmascarados, que dañaron edificios en el centro.
A las escuelas públicas van los niños de los sectores más pobres de la población y los sueldos de los profesores son muy bajos, denuncian los sindicatos. Los estudiantes de las clases sociales más altas asisten generalmente a colegios privados.
Más temprano en Sao Paulo, la policía intervino para controlar otra marcha en apoyo al Movimiento Sin Tierra, en la que los manifestantes trataron de invadir el Concejo Municipal./AFP