Manifestación contra Mursi por reforma a la Constitución | El Nuevo Siglo
Viernes, 30 de Noviembre de 2012

La Comisión Constituyente egipcia, dominada por los islamistas, adoptó el viernes un proyecto de Constitución rechazado por la oposición, que inició nuevas manifestaciones contra el presidente Mohamed Mursi.

 

La multitud comenzó a congregarse durante la tarde en la Plaza Tahrir de El Cairo, donde varias marchas dirigidas por personalidades de la oposición llegarán al atardecer.

Los 234 artículos fueron adoptados uno por uno durante una prolongada sesión iniciada el jueves por la tarde y que continuó durante toda la noche por una comisión convocada urgentemente el miércoles para pasar a la votación.

El texto será entregado el sábado a Mursi, para que un referéndum sea organizado dentro de dos semanas sobre dicho proyecto, que reemplazará a la ley fundamental suspendida después de la caída del presidente Hosni Mubarak, a principios de 2011.

 

Al igual que en la anterior Constitución, el proyecto señala que los "principios de la sharia" son "la fuente principal de la legislación", una formulación muy consensual en Egipto, que no convierte a los preceptos de la ley islámica en la única fuente del derecho.

Movilización de la oposición

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La oposición liberal y laica, así como las iglesias cristianas coptas, boicotearon los trabajos de la comisión, acusándola de dar la prioridad a las ideas de los islamistas, a los cuales pertenece el presidente Mursi.

"Esta Constitución no tiene valor, no tiene futuro, está destinada a ser lanzada a los basureros de la Historia", declaró a la televisión una de las figuras de la oposición, Mohamed ElBaradei, ex jefe de la agencia nuclear de la ONU.

 

Una coalición de dirigentes opositores advirtió a Mursi que la actual huelga de jueces podría extenderse y desembocar en un movimiento de desobediencia civil a gran escala. La cólera de los magistrados, encargados de supervisar los comicios, podría también amenazar al desarrollo del referéndum.

La organización Human Rights Watch estima que este proyecto "protege algunos derechos, pero mina otros" y lamenta la adopción "precipitada" del proyecto.

Según Amnistía Internacional, este proyecto "ignora los derechos de las mujeres, restringe la libertad de expresión en nombre de la protección de la religión, y permite que los militares juzguen a los civiles".

Por otra parte, los diarios privados decidieron no aparecer el martes próximo para denunciar la falta de garantías para la libertad de la prensa.

 

Este proyecto también prevé que ningún jefe del Estado puede desempeñar más de dos mandatos de cuatro años cada uno. Se trata de una voluntad de romper con la época del ex presidente Hosni Mubarak, que permaneció tres décadas en el poder.

La precipitada adopción de este proyecto, que se había estancado durante meses, tuvo lugar en plena crisis política provocada por un decreto adoptado la semana pasada, por el cual Mursi se adjudicaba prerrogativas excepcionales, sobre todo respecto al poder judicial.

Mursi prometió nuevamente el jueves al anochecer en la televisión que sus poderes reforzados eran "temporales" y que cesarían una vez que se adoptase la Constitución.

 

Sus partidarios opinan que las últimas decisiones permitirán a Egipto, que vive una difícil transición política, estabilizarse y consolidar su democratización.

Estos llamaron a efectuar manifestaciones masivas el sábado para apoyar al primer presidente egipcio islamista y no salido del ejército, elegido en junio pasado.