No colaborar más con la justicia colombiana es la decisión que ha tomado el exjefe paramilitar, Salvatore Mancuso, debido al duro régimen carcelario que está soportando en la Federal Correctional Institution Gilmer de Virginia, donde también le han prohibido comparecer a los procesos judiciales.
La decisión del exparamilitar será notificada al fiscal General, Eduardo Montealgre pese a que podría ser excluido de los beneficios de la Ley de Justicia y Paz, que contempla una pena máxima de ocho años de prisión a quien cumpla con los lineamientos de verdad y reparación a las víctimas.
Además Mancuso argumenta que en esta cárcel ni siquiera le permiten ver a sus abogados, “normalmente ingresaban dos o tres días a la semana. Ahora sólo autorizan un ingreso en el que los despojan de todos sus elementos y sólo permiten ingresar cuatro hojas y un lapicero. Ni siquiera expedientes judiciales son autorizados”.
Las visitas de sus familiares también fueron restringidas, “ahora sólo le dejan a Mancuso realizar llamadas de 10 minutos para comunicarse con sus familiares. Tiempo que nos parece insuficiente”, dijo una fuente cercana al experamilitar condenado a 15 años y 10 meses de prisión por narcotráfico.
Más aún se le ha negado la posibilidad de comparecer -por vía telefónica o por videoconferencia- a las audiencias realizadas en Colombia en procesos judiciales que están pendientes y que necesitan de sus declaraciones para avanzar en las investigaciones.