El Manchester United visitará este fin de semana al Queens Park Rangers con la vista puesta en sus vecinos del Manchester City, que podrían cederles el liderato de la liga inglesa si tropiezan en su compromiso frente al Arsenal.

Ambos equipos están separados por dos puntos, por que los "diablos rojos" desbancarán el domingo al mediodía los "citizens" del primer puesto si superan al a priori asequible QPR, asentado en el centro de la tabla.

En ese caso, los de Roberto Mancini saltarán al campo cuatro horas después como segundos de la Premier y con la obligación de ganar ante los "gunners" para recuperar el primer puesto.

Los de Alex Ferguson se beneficiaron la última jornada de la derrota del conjunto del español David Silva ante el Chelsea y vieron por fin recortada la diferencia de cinco puntos que el City mantenía desde hacía semanas al frente de la clasificación.

Los dos conjuntos de Manchester viven un momento de la temporada especialmente sensible después de haber caído eliminados de la Liga de Campeones en la primera ronda y necesitan reconciliarse con su afición.

En el Etihad Stadium, los hinchas del City asistirán a un choque en el que los locales pondrán a prueba a unos "gunners" sumidos en una espiral de resultados positivos, después de que a principios de temporada el equipo rozara los puestos de descenso y saltaran todas las alarmas en la escuadra de Arsène Wenger.

Para superar el bache, el holandés Robin Van Persie, máximo goleador en la liga inglesa esta temporada con 15 goles, se ha echado el equipo a la espalda en las últimas semanas y ha permitido a los "gunners" pasar página tras la marcha del español Cesc Fábregas y el francés Samir Nasri.

Con un centro del campo renovado, en el que el español Mikel Arteta tiene un papel protagonista, los de Wenger tratarán de poner las cosas difíciles a unos "citizens" que ya les superaron en noviembre, por 0-1, en un encuentro de la Copa de la Liga.

El técnico francés no podrá contar con el brasileño André Santos, que estará un mínimo de tres meses de baja por una lesión de rodilla y su puesto podrían cubrirlo tanto el belga Thomas Vermaelen como el joven español Ignasi Miquel, que a los 19 años ya ha disfrutado de oportunidades en el equipo de Wenger.

El Chelsea del español Fernando Torres, por su parte, se desplazará hasta el feudo del Wiegan, donde le espera un equipo que lucha por abandonar los últimos puestos de la tabla bajo la dirección del también español Roberto Martínez.

Tras un noviembre aciago para los de André Villas-Boas, en el que quedaron desbancados de los puestos europeos de la tabla, los "blues" han entrado en una fase ganadora en las últimas semanas que les ha vuelto a situar como candidatos a disputar el título.

En una semana, el equipo de Stamford Bridge derrotó primero al Newcastle, que todavía no había perdido en casa este año, superó con claridad al Valencia (3-0) para pasar a los octavos de la Champions y acabó con la imbatibilidad del Manchester City en liga, por lo que su estado de ánimo de cara al partido del sábado en el DW Stadium es inmejorable.

A pesar de la buena marcha del equipo, quien no atraviesa su mejor momento anímico es Torres, que en las últimas jornadas ha disfrutado de muy pocos minutos de juego y ha visto cómo Villas-Boas depositaba su confianza en el marfileño Didier Drogba y el inglés Daniel Sturridge.