Mal balance en mercados de materias primas | El Nuevo Siglo
Sábado, 31 de Diciembre de 2011

Del cacao al cobre, pasando por el petróleo, el oro o el azúcar, los mercados de materias primas terminan 2011 con una nota mediocre, en un año lleno de altibajos y penalizados duramente por la ralentización de la economía mundial, al tiempo que las previsiones para 2012 apuntan a un camino lleno de baches.

Tras la euforia de 2010, donde los precios batieron récords, la mayor parte de los mercados de materias primas conocieron una debacle en el presente año. Así, la mayoría de los metales industriales (cobre, estaño y zinc) vieron caer sus cotizaciones 25% en 2011.
Los metales preciosos tampoco quedaron a salvo: tras alcanzar su máximo en 30 años el pasado abril, la onza de plata ha perdido 47% de su valor y el precio del platino cedió 23% desde enero.
En lo que respecta a las materias primas agrícolas, el café arábica cotizado en Nueva York cedió 30% desde que en abril llegase a niveles no vistos desde 1977. El azúcar perdió 20% de su valor y el trigo 30%.
Tras los cuatro primeros meses de relativo entusiasmo, las materias primas iniciaron en mayo un periodo de fuertes turbulencias "al igual que los activos juzgados de riesgo, como las Bolsas", constató Julián Jessop, del gabinete británico Capital Economics.
Para Roxana Mohammadian-Molina, de Barclays Capital, "el agravamiento de la crisis de las deudas soberanas europeas y los temores a sus repercusiones financieras, así como las inquietudes sobre un frenazo brutal de la economía china, han exacerbado el pesimismo de los operadores".
El ajuste de la política monetaria en China, primer consumidor de metales, y la contracción de la actividad manufacturera a partir del oroño (boreal) en China, Estados Unidos y Europa, contribuyeron a frenar la demanda.
"El año pasado se hablaba de un 'super ciclo' virtuoso en el que la demanda exponencial de los países emergentes tiraba de los precios irresistiblemente, y finalmente nos hemos dado cuenta de que los precios podían hundirse muy fácilmente: actúan como una montaña rusa", subrayó Jessop.
Además, "se ha asistido a una desconexión palpable entre los precios y los verdaderos fundamentos del mercado", continuó Mohammadian-Molina.
La producción de cobre se redujo durante meses por las huelgas llevadas a cabo en las gigantescas minas de Chile e Indonesia, pero eso tampoco impidió el hundimiento del precio del metal rojo.
Dopados en la primavera por las revueltas en el mundo árabe, los precios del petróleo lograron mantenerse a duras penas. Tras conocer un máximo de 127 dólares a principios de abril, el barril de Brent acabó el año en torno a 107 dólares.