En la elección que hace el Congreso de la República de magistrados de la Corte Constitucional o las otras internas que adelantan las demás altas Cortes, siempre se ha dicho que adicional a las calidades que debe tener el jurista para llegar al cargo también se busca tratar de mantener un equilibrio ideológico en el organismo.

Eso explicaría que hace poco el Consejo de Estado haya enviado al Senado una terna con tendencia liberal para la elección del reemplazo de Humberto Sierra Porto en la Corte Constitucional, pues a su salida quedaron cinco magistrados de corte conservador, frente a tres de tendencia liberal. Al final el Senado eligió a Alberto Rojas, con lo cual las cuentas en este alto Tribunal muestran ahora cinco conservadores frente a cuatro liberales.

Sin embargo, para el exmagistrado José Gregorio Hernández en este tipo de elección no priman estas consideraciones. “Siempre he pensado que los magistrados una vez asumimos el cargo, no debemos tener color político, religioso ni ideológico. Los magistrados se deben primordialmente a la Constitución bajo la perspectiva de nuestra propia conciencia. Nunca he creído en la existencia de bloques en la Corte Constitucional, nunca he pensado que se organice un grupo de magistrados dentro de un concepto ideológico determinado para vencer al otro”, dijo.

En ese sentido Hernández, quien fue presidente de la Corte Co0nstitucional, señaló que el nuevo magistrado “no debe tener ningún compromiso con quienes lo postularon ni con quienes lo eligieron. Solamente debe tener compromiso con la Constitución y votar en conciencia”.

Hernández consideró que un magistrado, un procurador, un contralor que sea elegido mediante postulación debe “ser ingrato, desagradecido porque algunos piensan que el magistrado se compromete con quienes lo postularon o con quienes lo eligieron”, y eso no es así, remarcó.