El presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu conmemoraron juntos este domingo en París el 75º aniversario de una redada masiva contra judíos en la capital francesa, antes de mantener un largo encuentro.
Los dos dirigentes ya habían conversado brevemente tras la elección de Macron en mayo, pero este domingo celebraron su primera reunión oficial, una ocasión de estudiar sus posturas respectivas sobre distintas cuestiones, entre ellas el conflicto israelo-palestino.
Era la primera vez que un primer ministro israelí acudía a una ceremonia que rememora uno de los episodios más sombríos de la historia francesa. Macron aprovechó la ocasión para recordar la responsabilidad de Francia y de su Gobierno de entonces -el de Vichy- en aquella redada.
Los días 16 y 17 de julio de 1942, la policía detuvo a 13.152 judíos, a petición de los nazis. Durante cuatro días, los arrestados vivieron apiñados, en condiciones inhumanas, en las gradas del Velódromo de Invierno de París (destruido en 1959), antes de ser enviados a otros campos en Francia y, posteriormente, al campo de exterminio de Auschwitz.
No sobrevivió más que un centenar de personas entre aquellos detenidos; todos los niños fallecieron.
Netanyahu agradeció en francés la invitación de Macron, un "gesto muy, muy fuerte" que "da fe de la larga y profunda amistad entre Francia e Israel".
Su visita suscitó algunas críticas en Francia, incluso en la propia comunidad judía, que denunció "una instrumentalización" de una historia puramente francesa.
Macron defendió, por su parte, la necesidad de combatir el antisemitismo y el racismo. "No cederemos nada al antisionismo", que es la "forma reiventada del antisemitismo", declaró.
El presidente francés enumeró los nombres de las víctimas de asesinatos y atentados antisemitas en los últimos años, y también el de un marroquí ahogado en 1995 por militantes de extrema derecha y el de un cura que murió en un ataque yihadista en 2016.
Encuentro
Tras la ceremonia, Netanyahu, cuyo último viaje a París se remonta a enero de 2015, cuando participó en la gran marcha contra el terrorismo después de los atentados de Charlie Hebdo y un supermercado kósher, se entrevistó durante más de una hora con Macron en el Elíseo, la sede de la presidencia francesa.
A raíz del encuentro, Macron animó a su interlocutor a retomar las negociaciones entre israelíes y palestinos para acordar una "solución de dos Estados".
"Francia está lista para apoyar todos los esfuerzos diplomáticos en ese sentido", agregó Macron, para quien Israel y Palestina deben poder "vivir uno al lado del otro con fronteras seguras y reconocidas, con Jerusalén como capital".
"Es importante para ello asegurarse de que las condiciones de la negociación y de la paz no sean cuestionadas en los hechos y que el derecho internacional sea respetado por todos, pienso en particular en las construcciones en las colonias que continúan", agregó Macron.
Las negociaciones entre israelíes y palestinos están en punto muerto desde el fracaso de la mediación estadounidense en 2014. Y, aunque el conflicto atraviesa un período de baja intensidad, puede volver a estallar en cualquier momento como quedó de manifiesto el viernes, cuando tres árabes israelíes mataron a tiros a dos policías.
Respecto a Irán, enemigo de Israel en Oriente Medio, el presidente francés prometió a Netanyahu que Francia vigilará que Irán cumpla con lo estipulado en el acuerdo que firmó con las grandes potencias occidentales sobre su programa nuclear.
Netanyahu, muy sonriente, celebró "la determinación" de su anfitrión a la hora de combatir el racismo y el antisemitismo, y dijo estar convencido de que Francia tiene "un potencial enorme" con Macron como presidente.
Síganos en nuestras redes sociales:
@Elnuevosiglo en Twitter
@diarionuevosiglo en Facebook
Periódico El Nuevo Siglo en Linkedin