La fiscalía de Luxemburgo pidió este martes 18 meses de prisión contra dos ex empleados de PwC que filtraron miles de documentos confidenciales sobre las prácticas fiscales de las multinacionales establecidas en el Gran Ducado.
La fiscalía requirió también una multa contra un periodista francés que divulgó las informaciones conocidas como el caso 'LuxLeaks'.
La fecha del veredicto se conocerá el miércoles.
Los franceses Antoine Deltour y Raphael Halet, ex empleados de la consultora PricewaterhouseCoopers (PwC), acusados de robo, divulgación de secreto comercial y lavado, y su compatriota Edouard Perrin, periodista del canal francés público France 2, acusado de complicidad, comparecían desde el 26 de abril en el tribunal correccional de Luxemburgo.
Los tres franceses filtraron y divulgaron unas 30.000 páginas de documentos fiscales de empresas como Appele, Ikea, Fiat o Starbucks en Luxemburgo.
"Deltour y Halet no son informantes. Y Perrin transgredió el derecho penal", dijo el fiscal adjunto David Lentz en el tribunal.
"Estamos aquí para hacer justicia. Serán juzgados por las faltas que cometieron. Este juicio debía llevarse a cabo. Es desagradable, pero mi rol es el de proteger la sociedad contra los abusos", agregó.
Antes de su requisitoria, el fiscal adjunto destacó que tomaba en consideración el interés que pudieron tener las revelaciones, en particular sobre "algunas prácticas dudosas".
En dirección de Perrin, el fiscal adjunto declaró estar "dividido entre dos mundos". "Lo felicito por su trabajo tenaz", dijo en su dirección, reprochándole no obstante haber infrigido las reglas, empezando por la que protege los secretos comerciales y el secreto profesional.
- Snowden dice "buena suerte" -
Durante los alegatos, el abogado francés de Antoine Deltour, William Bourdon, comunicó a su cliente el apoyo del ex consultor de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense, Edward Snowden, que reveló un sistema de vigilancia a nivel mundial.
"Antoine, Edward Snowden te desea buena suerte", dijo.
Durante el juicio, los dos ex empleados de PwC defendieron sus acciones.
Deltour, ex auditor de PwC, fue el primero que entregó centenares de documentos a Perrin, que había copiado en un disco duro.
En el tribunal dijo la semana pasada que estaba orgulloso de haber revelado las prácticas fiscales de las multinacionales.
Los documentos fueron utilizados en un programa de investigación difundido por la televisión francesa en 2012.
Halet, que trabajaba en el departamento de digitalización y archivo del servicio fiscal de PwC, afirmó por su parte que hizo su "deber de informante" como "ciudadano" dado que estaba "consternado" por la amplitud de las prácticas fiscales.
Le comunicó entonces a Perrin las declaraciones discales de 16 clientes de la consultora que fueron utilizadas en un segundo reportaje difundido en 2013.
Durante el juicio, Perrin rechazó que se lo describa como un "instigador" de las fugas o un "ladrón", y alertó sobre la posibilidad de que los periodistas deban enfrantarse cada vez más a la justicia.
"Toda una jurisprudencia se va a crear sobre el tema no sólo de los informantes, sino también del secreto comercial ya que hay una directiva [ley] que acaba de ser aprobada en Bruselas [a nivel de la UE] que pide a los periodistas que presenten la prueba del interés general por el que eligieron transgredir el secreto comercial", dijo ante la prensa al margen del juicio.
- 'LuxLeaks' -
Los documentos filtrados fueron luego publicados por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, en inglés) en noviembre de 2014 durante los primeros días en función del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, exprimer ministro de Luxemburgo durante casi 20 años (1995-2013).
Bajo su gobierno el Gran Ducado firmó numerosos acuerdos fiscales con las multinacionales, conocidos como "tax ruling" o decisiones fiscales anticipadas.
Se trata de un mecanismo, legal pero sujeto a polémica, que consiste en acuerdos entre la administración fiscal de un país y empresas multinacionales que permiten a las compañías reducir la imposición a los ingresos si declaran sus beneficios en esa jurisdicción.
Las revelaciones expusieron a la luz las prácticas de empresas como Apple, IKEA, Pepsi, Fiat o Starbucks. En total se trató de 548 acuerdos fiscales negociados en nombre de 350 empresas por PwC con la administración fiscal de Luxemburgo.