Luego de varios años de dificultades de los cafeteros, con bajas cotizaciones del grano y apreciación del peso, parece ahora asomarse un escenario esperanzador. Tres factores favorables se están perfilando. El repunte en el precio del dólar es signo alentador. Esta tendencia hacia arriba de la divisa estadounidense beneficia a todos los exportadores, y más a los cafeteros. Y va a estimular a los cultivadores. La producción está aumentando, lo cual es muy positivo. Los precios de la rubiácea en los mercados internacionales se inclinan al alza.
Estas buenas noticias han sido recibidas con entusiasmo por la Federación Nacional de Cafeteros y su gerente general Luis Genaro Muñoz. La Federación ha impulsado la renovación de cafetales y siembras con variedades fuertes a plagas. Es una política realista, ya que con áreas grandes y nuevos árboles se garantiza mayor rendimiento por hectárea, siempre con la mejor calidad, que ha sido la tradición del café colombiano, el más suave del mundo. A esto se agregan ahora los cafés especiales. Este año se avizora excelente para la familia cafetera. Es oportunidad, además, de que el país vuelva a estar a la vanguardia entre los productores mundiales de café.