Lunes, 23 de Mayo de 2016
Todo el continente está expectante sobre cuál será la respuesta oficial que debe dar el secretario general de la OEA, Luis Almagro, a la petición que la semana pasada le hicieran las directivas de la Asamblea Nacional de Venezuela, pidiéndole que invoque la Carta Democrática Interamericana por las violaciones al orden democrático e institucional que está cometiendo el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Una respuesta que, sería ingenuo negarlo, no será fácil de dar, toda vez que Almagro y el mandatario venezolano han sostenido agrias polémicas, la última de ellas, precisamente, la semana pasada cuando le envió una dura carta de respuesta a Maduro en la que, incluso, le dijo que si bloqueaba el referendo revocatorio que la oposición está impulsando, podría convertirse en un “dictadorzuelo”.
En los círculos de la OEA se asegura que Almagro está obligado a dar una respuesta oficial al parlamento venezolano, así sea descartando activar los mecanismos sancionatorios que establece la Carta Democrática a los países en donde se rompe el orden constitucional y democrático. Sin embargo, los propios analistas sostienen que, objetivamente, están dadas todas las condiciones para que la decisión sea la contraria. Aun así, es posible que Maduro tome una medida en su contra para victimizarse y seguir hablando de complot internacionales.