Todo parece indicar que las normas anticorrupción se están quedando en el papel, porque en esa materia Colombia perdió el año al sacar 36 sobre 100 en el Índice de Percepción de Corrupción-IPC 2012, divulgado por Transparencia Internacional.
Para Elisabeth Ungar, directora ejecutiva de Transparencia por Colombia, los resultados del IPC para el país son muy preocupantes.
"Lo que nos muestra la baja calificación de 36/100 es que a pesar de las reformas institucionales para combatir la corrupción, incluyendo la aprobación de nuevas normas como el Estatuto Anticorrupción, aún no se percibe el efecto de estas iniciativas que deberían generar sobre prácticas corruptas al interior del Estado colombiano. Hay denuncias, procesos de investigación, nuevas normas, pero se percibe que la sanción no es efectiva, predomina una sensación de impunidad", aseguró.
Al ser calificado con 36 sobre 100 (siendo 0 mayor percepción de corrupción y 100 menor percepción de corrupción), el país quedó ubicado en el puesto 94 entre 176 países evaluados.
A pesar de las reformas institucionales emprendidas para frenar la corrupción en el país durante los últimos años, el resultado del IPC 2012 revela que la aplicación de estas reformas ha sido lenta y aún no logran mostrar resultados concretos, sostuvo Transparencia por Colombia en un comunicado.
La ausencia de sanciones efectivas y rápidas frente a casos de corrupción y la prevalencia de prácticas de abuso del poder en todas las ramas del poder público y en diferentes estamentos del Estado se reflejan en la baja calificación.
Entre los 32 países de la región de las Américas evaluados, Colombia se encuentra en el grupo con calificaciones deficientes, menor a la de 19 países y superior a la de 12. A nivel de Suramérica, solo Chile (72), Uruguay (72) y Brasil (43), que recientemente ha enfrentado con sanciones ejemplarizantes los escándalos de corrupción al interior del Gobierno, obtienen calificaciones aceptables. En los últimos lugares se ubican Honduras, Paraguay, Haití y Venezuela.
En el IPC, Transparencia Internacional evalúa los niveles de percepción de corrupción en el sector público en un país específico, basado en el promedio de los resultados de encuestas y evaluaciones realizadas a ejecutivos del sector privado, expertos y analistas de riesgo.
Impunidad
De acuerdo al análisis de la profesora Ungar, la corrupción en Colombia ha alcanzado un carácter estructural. Está asociada con el pago de sobornos en la contratación, compensaciones por favores para concretar un negocio o acceder a un servicio público, pero también que se manifiesta en la captura del Estado en sus diferentes niveles, el nepotismo, legislar en beneficio propio, entre otros.
“Superar la corrupción requiere esfuerzos de todo el Estado, no solo de la voluntad o responsabilidades aisladas del Gobierno. El problema viene escalando de tiempo atrás y no tiene color político. El ejecutivo, el legislativo, la rama judicial y los órganos de control deben coordinarse si queremos resultados efectivos”, agregó Ungar.
“Pero además, el sector privado como corresponsable de muchos hechos de corrupción debe asumir compromisos y emprender acciones para prevenirla y combatirla”, precisó.
Entre las siete encuestas y evaluaciones que componen la calificación del IPC para Colombia, los puntajes más bajos corresponden a la opinión de ejecutivos de empresas.
“Esta percepción del sector empresarial sobre la corrupción en el sector público evidencia que no se están tomando las medidas necesarias para prevenir la corrupción, lo cual debería ser una prioridad para sectores sensibles y considerados locomotoras del desarrollo económico, como el minero. El crecimiento económico trae grandes beneficios, pero también conlleva grandes riesgos en materia de corrupción”, indicó Ungar.
El mundo
En el IPC, Dinamarca, Finlandia y Nueva Zelanda comparten el primer lugar, con una puntuación de 90, alcanzada gracias a eficaces sistemas de acceso a la información y normas regulatorias para funcionarios públicos y empresas privadas. Al extremo inferior de la tabla de calificación se ubican Afganistán, Corea del Norte y Somalia, países en los que la ausencia de instituciones públicas eficaces y la prácticamente nula rendición de cuentas abren espacio a la corrupción.
Este año, Transparencia Internacional ha actualizado la metodología del Índice de Percepción de la Corrupción. Por esta razón los resultados no son comparables con los del año anterior. El cambio se refleja en la nueva escala de 0 (sumamente corrupto) a 100 (muy transparente) y no de 0 a 10 como en años anteriores.