Los riesgos que se presentan en las elecciones al Congreso se reducen significativamente frente a los comicios presidenciales. Es un hecho que explica la Misión de Observación Electoral (MOE) por cuanto “el clientelismo, la compra de votos y demás irregularidades son mucho menos efectivas para una elección de carácter nacional, que a nivel regional”, en el informe Mapas y factores de riesgo electoral elecciones nacionales 2014.
Sin embargo, esto no quita que cada cuatro años se presenten ciertas amenazas electorales a la hora de elegir presidente. En el mismo documento, argumentan que ese clientelismo en los comicios presidenciales se manifiesta a través de otros métodos como los programas de asistencia social.
Un indicio de riesgo que encontró la MOE está relacionado con la participación electoral en diferentes regiones. Luego de estudiar de qué manera cambió el porcentaje de la población que votó en las presidenciales entre 2002 y 2010, identificaron 120 municipios en riesgo por esta variable.
Ese fue el mismo número que se encontró en el caso de las elecciones al Congreso, sin embargo, los investigadores creen que “el análisis vinculado a la participación electoral hace pensar que la situación está mejorando”, pues si bien hay más municipios en riesgo frente a las legislativas, este se da con menor intensidad.
Tres riesgos
Sin embargo, son otros los factores que le preocupan a Alejandra Barrios, directora de la MOE, frente a la jornada del 25 de mayo, pues insiste en que en esta campaña, más allá de las garantías electorales, surgen preocupaciones sobre la manera como se está ejerciendo la política.
En primer lugar, surge el reto de lograr identificar cuándo los funcionarios están participando en política, pues asegura que “desde que aceptamos en Colombia la reelección presidencial, la diferenciación entre las actividades de campaña y las de Gobierno es cada vez más difícil”.
Eso ha despertado naturalmente la respuesta de algunos candidatos que han denunciado reuniones entre el Presidente o sus ministros con los alcaldes y gobernadores; mientras el Gobierno asegura que se trata de gestiones propias del ejecutivo, la competencia insiste en señalarlo como proselitismo político.
Por otra parte, Barrios ve como un importante riesgo los escándalos que han surgido sobre la ejecución de las campañas: “El debate no se está haciendo sobre propuestas de gobierno, sino en términos de posibles actividades criminales. Ese es un tema muy delicado porque empieza a poner en cuestión cuál es la calidad del debate y de nuestros gobernantes. A ese tema hay que hacerle muchísimo seguimiento porque creo que está afectando y cambiando lo que ha venido siendo la campaña”.
La tercera razón que ocupa el trabajo de la MOE es el hecho de que la fecha de las elecciones es cercana al aniversario número 50 de las Farc. En efecto, el 27 de mayo de 1964 es considerada por muchos como el día de la creación de esta guerrilla en medio de la Operación Marquetalia. Barrios aclara que no se ha encontrado ningún tipo de amenazas por esta razón y espera que “el contexto de negociación de paz nos permita tener un proceso electoral tranquilo en términos de orden público”.
Esfuerzos en garantías
Hace unas semanas, cuatro candidatos presidenciales, junto con la MOE, le enviaron una carta a la organización electoral pidiendo varias garantías para el día de los comicios. Una de ellas consistía en que el proceso de selección de jurados se informara previamente a todas las organizaciones políticas para que pudieran participar. Sobre esto, Barrios reconoce que “hemos visto el trabajo de la Registraduría de manera muy juiciosa, pues ha permitido que todas las organizaciones políticas estén presentes explicando cómo funciona el software para los jurados”.
Además se solicitó la presencia de observadores internacionales durante los comicios, algo que ya se concretó, pues según explica la directora de la MOE, ya está confirmada la presencia de la OEA y de Unasur: “Con estos dos grupos, más la observación internacional consideramos que se está cubriendo bien el país”.
Además, esperan que se implemente algún mecanismo de protección de los datos electorales. “El día de las elecciones, la única forma para verificar que sí votaron determinadas personas es un resaltador que pasa sobre la persona y el número de cédula, se necesitan mecanismos de control para que un jurado de votación aburrido no empiece a marcar como si unas personas que no votaron lo hubieran hecho”.