Poco antes de salir de su casa en Sao Paulo, Esquiva Falcao Florentino había pegado en las paredes de su cuarto siete carteles con la leyenda “Voy a ser campeón olímpico”, pero su hijo se los arrancó todos, y él creyó que era un signo de mala suerte.
Sin cartel de favorito, y una foto de su hijo en la cartera, Esquiva llegó a Londres, y a golpe de puños y buen boxeo fue derribando rivales hasta abrirse camino a la final de los pesos medianos (75 kilos) hoy.
“Poco antes de salir para Londres, puse en mi cuarto siete carteles escritos “Voy a ser campeón olímpico”. Pero mi hijo de un año y ocho meses los quitó, así que pensé ‘tiene que haber algo malo en eso’ y no hice más carteles”, reveló el púgil de 22 años, el segundo de 18 hermanos, cuatro de los cuales son boxeadores como el padre.
El progenitor de la amplia prole Falcao, Adegard Camara Florentino, un popular ex boxeador de Brasil conocido como ‘Toro Moreno’, quería que alguno de sus hijos fuera famoso en el cuadrilátero, y su sueño está a punto de hacerse realidad.
“Que ese gran campeón nos llame es algo lindo, y muy estimulante”, afirmó Falcao.
Acerca de su combate contra el japonés Murata, quien le ganó en cuartos de final del Mundial de Baku-2011, Esquiva Falcao dijo haber esperado esa revancha con mucho deseo.
“Será una revancha, era todo lo que esperaba. Ya perdí con él una vez, pero ahora he estudiado sus videos y sé lo que tengo que hacer para ganarle”, reveló, y afirmó que de entonces a la fecha ha mejorado considerablemente, de ahí que sus puños demoledores lo tengan cerca de la cúspide.