A pesar de que Clara López y el senador Jorge Robledo coinciden en su intención de lograr consensos en el IV Congreso Nacional del Polo por parte de los sectores que representan de cara a los comicios de este año, la verdad es que las diferencias frente a hacer alianzas lucen irreconciliables, por lo que se presagia un pulso cuyos resultados trascenderían a futuro sobre, incluso, si su postura de oposición se modera o sigue igual.
Robledo es la cabeza visible del sector más fundamentalista y radical del Polo Democrático que desde la génesis del Partido lo conciben como una fuerza de izquierda contestataria y alternativa a la hegemonía que durante nuestra historia republicana han mantenido los conservadores y liberales por intermedio de sus partidos originales o a través de otras denominaciones, pero que en la base mantiene su pensamiento y accionar político.
En ese sentido desde su creación en 2005 a partir de la unión de la Alternativa Democrática y el Polo Democrático Independiente, la colectividad se consolidó como la principal fuerza de izquierda en el escenario político y en las urnas, asumiendo la bandera de la oposición sin tregua al gobierno del entonces presidente Uribe.
Postura que el Polo ha mantenido durante los dos gobiernos del presidente Santos por considerar que en materia de la concepción del modelo económico que aplica no es muy diferente de Uribe.
En ese sentido, el Polo en las elecciones que se han producido en todo este tiempo ha presentado listas propias o ha hecho preferencialmente coaliciones con fuerzas alternativas, cuidándose de hacer alianzas con el partido de Gobierno, La U, y las otras colectividades que conforman su coalición denominada la Unidad Nacional: los partidos Liberal y Cambio Radical; así como el Partido Conservador, que hizo parte de esta hasta el primer mandato de Santos.
La corriente que encabeza Robledo considera que el Partido no puede perder la identidad que lo ha caracterizado, por lo que Robledo expresa que “particularmente voy a defender como tesis central de este Congreso, y es que el Polo no puede perder el rumbo. O sea, nuestras características de haber nacido, hagamos una caricatura, como un partido nini. Es decir, nosotros no somos de la herencia de la tradición liberal-conservadora, nosotros somos una ruptura frente a eso. Aquí hay gente que puede venir del liberalismo o del conservatismo, pero no heredamos esa tradición. Hoy nini en este caso querría decir ni santista ni uribista, y eso es lo que espero que el Congreso ratifique. Digamos ratificar programa, estatutos, bueno, digo en sus rasgos principales, podrá haber ajustes y todo, pero que como eje el Polo siga siendo un partido, que fue el Partido por el que luchó Gaviria (Carlos) siempre, de la izquierda democrática, diferenciado de los otros y con propósitos distintos a los otros”.
La paz
Clara López desempeña la presidencia del Polo desde el año 2011, con una breve pausa mientras asumió como alcaldesa (e) de Bogotá por la suspensión que hizo la Procuraduría del entonces alcalde Samuel Moreno a raíz del denominado carrusel de la contratación.
A López como presidente de la colectividad le tocó enfrentar los comicios regionales de 2011, abriendo por primera vez en el Partido la posibilidad de hacer alianzas incluso con sectores oficialistas, aunque solo a nivel territorial, sobre la base de acuerdos programáticos. "Distinguimos bien en que una cosa es la política nacional y otra es la regional, donde puede haber alianzas con sectores oficialistas", dijo en esa oportunidad López.
Sin embargo, a raíz del proceso de paz que adelanta con las Farc el gobierno de Santos y que el candidato uribista Óscar Zuluaga comprometía en segunda vuelta la reelección del presidente Santos y por tanto la continuidad de las conversaciones en La Habana, en el Polo se dio un intenso debate sobre la postura que debía asumir la colectividad en aras de darle continuidad a las conversaciones en La Habana.
Robledo y su sector eran amigos de votar en blanco, en tanto que López defendía votar por Santos para darle más vida al proceso de paz. Finalmente el Comité Ejecutivo del Polo obró salomónicamente y dejó a la militancia en libertad de votar a conciencia.
Sin embargo, López considera que el Polo debe jugar un papel en lo que resta del proceso y el posconflicto en caso de que se firme la paz, propósito en el cual es necesario lograr una importante figuración en los comicios de este año.
“Queremos sacar del Congreso del Polo una agenda concreta de apropiación del tema de la paz por parte del Partido”.
En este sentido y en lo que corresponde a las alianzas, López dijo que está el concepto de la denominada Convergencia Democrática con los sectores de izquierda alternativos y también democráticos, “pero hay un sector del Partido que no lo ve así, que piensa que si pertenece a uno de los partidos de la Unidad Nacional o al Centro Democrático, no lo podemos tocar. Pensamos que se necesita estructurar una política de alianzas, que entre otras cosas también consolide la paz en el territorio”.