En junio de 2014 cuando concluya el periodo del actual Congreso, al mismo tiempo terminará el trabajo parlamentario de varios senadores que han manifestado su intención de no reelegirse.

Es el caso de por lo menos siete congresistas que esperan no dejar del todo sus curules, ya que  buscarán estar representados por familiares o personas cercanas a quienes endosarán su caudal electoral.

Uno de los casos más representativos es el del senador por Cambio Radical, Fuad Char Abdala, quien a sus 75 años y después de estar por dos décadas en el Congreso, le heredaría su puesto a alguno de sus hijos;  Álex Char, alto Consejero Presidencial para las Regiones y exalcalde de Barranquilla  o a Arturo Char, quien ya fue senador.

Fuad Char es dueño de un capital electoral en la Costa Atlántica de 73 mil votos, con el cual tendría asegurada una curul en el próximo Congreso.

Sucesión en La U

Esta situación también se daría con Jorge Eduardo Géchem, senador por el Partido de La U, quien dejaría en su reemplazo a su hijo Carlos Eduardo Géchem, quien desde hace unos años está pidiendo pista para entrar al mundo político.

La llegada de Carlos Eduardo al Senado estaría asegurada con los 46 mil votos de su padre. No obstante, él también podría aspirar a la Cámara de Representantes.

Del mismo modo Aurelio Iragorri Hormaza, senador de origen Liberal del Partido de La U, que lleva 30 años en el Congreso, dejaría su puesto y lo heredaría su hijo Aurelio Iragorri Valencia.

Iragorri Valencia, quien se ha desempeñado en el sector público, fue secretario general de la Registraduría Nacional durante el Gobierno de Álvaro Uribe. También fue viceministro del Interior y posteriormente alto consejero para los Asuntos Políticos en el Gobierno de Juan Manuel Santos. Del mismo modo ha sido gobernador encargado del Magdalena, Casanare y del Valle del Cauca. Iragorri Valencia aprovecharía  los 45 mil sufragios que logró su padre en los pasados comicios.

La misma figura se aplicaría con el actual presidente del Congreso, Roy Leonardo Barreras Montealegre, quien completó tres periodos en el Senado. El Parlamentario entregaría las banderas políticas a su esposa Gloria Arizabaleta, con quien contrajo matrimonio en febrero de 2012.

Arizabaleta es recordada por haber sido funcionaria de la Procuraduría, cargo al cual tuvo que renunciar para que su esposo no quedara inhabilitado para votar por la reelección de Alejandro Ordóñez como jefe del Ministerio Público. De esta manera, la exfuncionaria pasaría de ser procuradora judicial de restitución de tierras, a nueva senadora de la República con los 81mil votos de su marido.

Los parapolíticos

Por otro lado, Dilian Francisca Toro, a pesar de haber renunciado a su curul y de estar detenida por la investigación que le lleva la Corte Suprema por presunto lavado de activos, también dejaría su herencia.

La llamada ‘baronesa’ de la política del Valle del Cauca, dejaría en su reemplazo al representante a la Cámara por el Partido de La U, Rusbel Rodríguez.

El coequipero político de Toro le sumaría a su votación 151 mil sufragios, la segunda votación de la colectividad, obtenida por la exsenadora.

No obstante, Rodríguez está pendiente que se le resuelva una  investigación por pérdida de investidura que le sigue el Consejo de Estado por haber oficiado como conciliador de la reforma a la justicia.

Otro caso es el de la senadora Piedad Zucardi del Partido de La U, quien la semana pasada fue requerida por la Corte Suprema de Justicia, lo que afectaría su posibilidad de reelegirse.

Sobre ella se dice que para conservar su influencia en el Congreso le heredaría a su hijo Juan José García Zucardi los 75 mil votos con los que salió elegida en 2010.

De ser así, la dinastía de Juan José García Romero, ex senador bolivarense, esposo de Zucardi y quien fue condenado por la Corte Suprema, lograría endosar por segunda vez consecutiva su poder político a familiares cercanos.

Tanto Zucardi como Toro le darían así un esguince a la figura de la ‘Silla Vacía’, que si bien dejaría al Partido de La U sin dos curules para este periodo, recuperarían su representación a través de la elección en cuerpo ajeno.

Finalmente, se conoce el caso del senador del Polo Democrático Alexánder López, quien aspira a ser el próximo alcalde de Cali, por lo cual le dejaría su curul al actual representante y líder sindical Wilson Arias. López obtuvo 42 mil votos en las pasadas elecciones.