La Policía Nacional pone en evidencia a los cabecillas de las Bandas Criminales (BACRIM), y ofrece recompensas de hasta 1.200 millones de pesos, según el nivel de importancia de cada delincuente dentro de la estructura para la que delinque.
El cartel de los más buscados es encabezado por Darío Antonio Usuga David, alias “Otoniel”, jefe de “Los Urabeños”. Es seguido por Roberto Vargas Gutierrez, alias “Gavilán”, segundo en esa organización, y Marcos de Jesús Figueroa García, alias “Marquitos”, considerado un jefe BACRIM por su estrecha alianza con “Los Urabeños” y dedicarse al narcotráfico, el contrabado y los homicidos selectivos en La Guajira.
Contra alias “Marquitos” hay circular roja de Interpol, y recientemente un juez de Bogotá libró orden de captura por el asesinato de un funcionario del Ministerio de Transporte, su conductor y otra persona que los acompañaba. La recompensa por información que permita dar con su paredero asciende a 300 millones de pesos.
En la ofensiva contra las Bandas Criminales la policía estableció que, de 34 organizaciones conformadas hace ocho años, quedan tres: “Urabeños”, “Rastrojos” y disidencias “ERPAC”. Su principal objetivo es el económico. Focalizan el actuar delictivo en el tráfico de drogas, tienen un cuerpo armado, no defienden ideología política o contrainsurgente, diversifican sus actividades ilegales para aumentar los ingresos y en época electoral, constriñen a los votantes para que sus aliados ocupen las dignidades locales y obtener contratos.
Banda Criminal “Los Urabeños”
Delinque en algunos municipios de la Costa Atlántica, Antioquia, Norte de Santander y en los bordes del pacífico colombiano entre Chocó y Valle del Cauca. Darío Antonio Úsuga David, alias “Otoniel”, es el cabecilla de la organización. En su contra hay 57 órdenes de captura por concierto para delinquir, homicidio agravado, desplazamiento forzado y desaparición. Lo siguen Roberto Vargas Gutiérrez, alias “Gavilán”, y Carlos Antonio Moreno Tuberquia, alias “Nicolás”.
Banda Criminal “Rastrojos”
Su actuar está concentrado en la región fronteriza con Venezuela, algunos municipios de Bolívar, Magdalena, Sucre, y en la zona costera de Valle del Cauca y Nariño. Los recursos los obtiene del narcotráfico, el contrabando de hidrocarburos y la extorsión. Los jefes criminales son: Javier Martínez Ibáñez alias “Don Cesar”, alias “Chorizo” y alias “Pata Rancia”.
“Disidencias ERPAC”
Delinquen en seis municipios entre los departamentos de Vichada, Meta y Guaviare. Está fragmentada en dos estructuras. “Libertadores del Vichada” y “Bloque Meta”. Hoy no supera los 300 integrantes. “Libertadores de Vichada” es liderada por Martín Farfán Díaz alias “Pija Arvey” y alias “Móvil 7”, mientras que del “Bloque Meta” los cabecillas son Darío Andrés León alias “Jonathan” y alias “El Flaco”.