En un detenido análisis sobre el riesgo de los activos libres en el país a razón de lo que ha sucedido en otros países, la Asobancaria sostiene que “en Colombia el uso de los activos libres de riesgo ha estado relacionado con la deuda pública –los TES–, siguiendo la experiencia internacional, que sugería que estos activos se encontraban dentro de esa calificación”.
Señala que “el beneficio que le otorga la regulación local a los TES genera una alta tenencia de este tipo de activos dentro del portafolio de las entidades financieras. Cifras con corte a junio de 2013 estiman que cerca del 39% del portafolio total del sistema financiero se encuentra invertido en títulos de deuda pública”.
A la vez, la Asociación se pregunta ¿qué tan viable es que la industria bancaria local adopte las recomendaciones realizadas por Basilea III para el manejo de activos libres de riesgo? Indica que “existen algunas razones que las hacen innecesarias. En primer lugar, la industria bancaria en Colombia no tiene una alta concentración de los títulos de deuda pública como porcentaje total de sus activos. En otras palabras, la principal actividad de los bancos es el otorgamiento de crédito, no la participación en los mercados de valores”.
Explica que “si se compara esta situación con la observada en algunas economías desarrolladas, en las cuales la actividad bancaria era principalmente la intermediación en los mercados de valores, tendría sentido que el capital se proteja frente a los efectos de la volatilidad en los mercados financieros. Este argumento se convirtió en el estandarte para que las autoridades internacionales revisaran los acuerdos de capital de Basilea y se presionara a las entidades financieras internacionales a mejorar la calidad y estructura de su patrimonio”.
Señala que en segundo lugar, la administración de riesgos en el país es un ejemplo para la región. Los estándares y requisitos que tiene la regulación actual han incentivado a las entidades bancarias a innovar en el desarrollo de sus procesos de cuantificación y mitigación.
Asobancaria considera que, con un régimen regulatorio conservador e híbrido, tomado de varios estándares internacionales, no solo de Basilea, se ha logrado llegar a niveles sobresalientes, tanto en la administración de los riesgos financieros como en el desempeño del sector bancario.