Los 93 años de Otto. El pasado miércoles, mientras se conmemoraba en Tunja otro aniversario de la Batalla de Boyacá, se ponía a siete años del centenario de su natalicio el exministro Otto Morales Benítez.
Para ser exactos, el prolífico escritor nació en Riosucio, Departamento de Caldas, el 7 de agosto de 1920, o sea que acaba de cumplir 93 años, y es paradigma de longevidad junto con otro caballero muy apreciado en los medios periodísticos: don Mike Forero Nogués. El tercer hombre, don José Salgar, acaba de irse al más allá.
El periodista Óscar Domínguez Giraldo acaba de poner en la red un estupendo perfil de este colombiano ejemplar, amante de la literatura, el periodismo, la paz y la política.
La alegría de leer y escribir. Escribió Domínguez en la entrada de su monumental trabajo para conmemorar los primeros 50 años del primer libro ottoniano: Otto Morales Benítez se ha pasado su prolífica vida de caldense universal siendo leal a sí mismo. Hace 50 años escribió un primer libro, Estudios Críticos, y desde entonces le ha sido fiel a su devoción por la crítica literaria; al tratamiento de temas sociológicos que tengan que ver con Colombia e Indoamérica, su escenario intelectual; a la agitación de ideas políticas que lo han llevado a tutearse con el poder y al estudio y práctica de la ciencia jurídica.
La carcajada más famosa. En Morales Benítez el verbo se hizo ensayo, un exigente género que le ha permitido canalizar su desbordada imaginación que hace que se agache y se le caiga un libro.
Estos primeros 50 años de vida intelectual que ha vivido con una carcajada con la cual se podría identificar en caso de pérdida de su cédula, se los celebran múltiples entidades culturales con la publicación de nuevas obras en los cuales se verán retratadas dos virtudes que se reconoce a la hora de la exigencia intelectual: el orden y la humildad para trabajar.
Preguntas y respuestas.Apartes de la entrevista:
Oscar Domínguez G.:Sus amigos y enemigos dicen que usted se agacha y se le cae un libro ¿Lo están calumniando?
Otto Morales Benítez: Primero: no conozco mis enemigos. Si existen, no los acepto. No puedo desperdiciar mi vida, que ha sido generosísima conmigo, en rencillas ocultas. Segundo: están equivocados. No se me cae un libro, sino una multitud: los que compro y los que escribo.
ODG: ¿Por qué tan prolífico?
OMB:Por el orden y la humildad con los cuales trabajo. Escribir es una larga y continua paciencia.
ODG: ¿De su primer libro, escrito hace 50 años, tiene más recuerdos que amnesias?
OMB:De mi primer libro Estudios Críticos, del cual se están cumpliendo cincuenta años de su aparición, no tengo sino evocaciones gratísimas: ordenar las ideas, completar los ensayos, pulirlos y esperar su aparición, el recuerdo de recibir el primer ejemplar.
ODG: ¿Hubo champaña viuda de cualquier Cliquot en la celebración de esas bodas de oro?
OMB:La champaña para celebrar esa intensísima fecha, fue de trabajo fecundo. La escogencia de un adjetivo tiene más sonido que destapar cualquier Cliquot.