Las bolsas de Londres y Fráncfort cerraron en baja el martes, pero las de París, Madrid y Milán concluyeron en alza luego de haber operado en rojo durante una parte de la jornada debido a la caída de Wall Street en la víspera.
Al cierre de los mercados, Londres cedió 0,25% y Fráncfort 0,64%, mientras que París ganó 0,24%, Madríd 0,30% y Milán 0,60%.
En Asia, la Bolsa de Tokio se hundió 4,18%, en la peor sesión desde junio de 2013.
Hong Kong cedió 2,89%, Seúl 1,73%, Sídney 1,75%. Shanghai estuvo cerrada por ser día feriado.
La víspera por la noche, el índice estrella de Wall Street, el Dow Jones, perdió 2,08%, tras registrar en enero su peor mes desde mayo de 2012, y su peor inicio de año desde 2009.
Los inversores tienen muchos motivos de preocupación y las malas noticias proceden de todas partes.
Ya se sabía que los países emergentes tenían dificultades, pero el dato, decepcionante, de la actividad de las industrias manufacturera en Estados Unidos, publicado el lunes, ha atizado los temores sobre la solidez de la recuperación de la primera economía mundial.
"Los inversores se han visto sorprendidos por un ISM industrial (estadounidense) mucho más débil de lo esperado", comentó Michael Hewson, analista británico de CMC Market. Para él, "la mayor preocupación es que estas cifras marcan el inicio de un crecimiento estadounidense un poco menos robusto".
Además, el secretario estadounidense del Tesoro, Jacob Lew, agitó de nuevo el espectro de un default al instar al Congreso a que actúe rápidamente para aumentar el techo de endeudamiento de la primera economía mundial, tras alcanzarlo, en teoría, el viernes.
Entre los emergentes, China está catalogada aparte, dada la solidez de su crecimiento, pero Pekín confirmó el lunes que la producción industrial en enero fue la más baja en seis meses. Una señal que tampoco invita al optimismo.
Por su parte, en la zona euro, aunque no ha habido ningún indicador particularmente decepcionante hasta ahora -pese a que la inflación en enero ha levantado los temores de la deflación -tampoco hay muchas razones que contribuyan al optimismo de los inversores.
Al final, "el mercado tiene la impresión de que ha recibido el impacto de un tren alocado y lo que había empezado como un pequeño ejercicio de toma de beneficios está transformándose en algo mucho substancial", estimó Chris Weston de IG.
El analista de Crédit Agricole, Mitul Kotecha, considera que "el cóctel de la disminución de la ayuda monetaria estadounidense, la preocupación por los países emergentes y el crecimiento más bajo en China, vaticinan unas semanas, como poco, inestables".
"No hay gran cosa en el calendario"
La falta de indicadores de peso en la agenda no contribuye a mejorar el ambiente.
"No hay gran cosa en el calendario hoy. Podríamos mantener esta tendencia el resto del día a menos que haya buenas noticias frescas para cambiar la tendencia", según Toby Morris, de CMC Markets.
Para Craig Erlam, analista de Alpari, "esta aversión al riesgo va a seguir, en particular debido a que hay pocos indicadores económicos en Europa y en Estados Unidos".
Las próximas citas de peso tendrán lugar el jueves con la reunión del Banco Central Europeo y el viernes con la publicación de los datos sobre empleo en Estados Unidos.
En el mercado de cambio, hacia las 17H00 GMT el euro retrocedía ligeramente ante el dólar a 1,3500 dólares contra 1,3529 el lunes. Ante el yen, se reforzaba ligeramente a 137,11 contra 136,58 la víspera.
El billete verde también ganaba terreno contra el yen a 101,55 contra 100,94 el lunes por la noche.