El gobierno colombiano y representantes de más de 2.000 campesinos acordaron finalizar una serie de protestas contra la fumigación aérea a cultivos de hoja de coca que se realizaron durante 12 días en el municipio de Tarazá.
El viceministro del ministerio de Interior, Jorge Perdomo, representante del gobierno, explicó que tras seis horas de negociaciones con pobladores del departamento de Antioquia se acordó cesar las protestas, que esta semana desembocaron en disturbios y choques con la fuerza pública.
Perdomo detalló que se pactó la "creación de un comité institucional que recibirá las denuncias de violaciones de derechos humanos y laborales" de los pobladores y campesinos de la región.
Asimismo, la revisión de los "sistemas de recaudos por las indemnizaciones por afectaciones a cultivos lícitos" a causa de las fumigacions aéreas con glifosato.
Además, se buscarán mecanismos que permitan implementar programas sociales, educativos y eléctricos en las localidades que decidieron sustituir plantaciones de hoja de coca.
El gobierno ofreció que el sábado pondrá a disposición de los campesinos transportes para devolverles a sus pueblos.
Desde la pasada semana, cientos de campesinos se concentraron en el municipio de Tarazá en protesta contra las fumigaciones aéreas con glifosato sobre los cultivos ilícitos en la región, que también dañaron los cultivos agrícolas legales.
En su momento, las autoridades denunciaron que los campesinos eran presiondos por la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas) y bandas criminales conformadas por antiguos paramilitares de extrema derecha, los cuales se financian a través del narcotráfico.
Unos 4.000 campesinos, en protesta por las fumigaciones aéreas de cultivos ilícitos, bloquearon la semana pasada las vías del empobrecido departamento de Chocó, donde también operan grupos guerrilleros de izquierda y bandas criminales al servicio del narcotráfico.
AFP