Por Vannesa Romero
Periodista EL NUEVO SIGLO
Una de las locomotoras del Gobierno del presidente Juan Manuel Santos que ha sido fuertemente criticada por sus lentos resultados y por los golpes recibidos es la de la agricultura, sin embargo, algunos consideran que avanza a buen paso y tendrá buenas proyecciones.
Y es que no es desconocido que temas como el invierno, la extranjerización de la tierra, la crisis de los caficultores, la llegada de contingentes de arroz en el marco del TLC, la explotación minera y petrolera por parte de las multinacionales, entre otros, han afectado considerablemente el sector agrario.
Sin embargo, personas como el gerente Técnico de la Federación Nacional del Cacao, Fedecacao, Jacob Rojas, consideran que lo hecho por el Gobierno actual ha sido apropiado con las necesidades de cada gremio.
En su opinión el sector cacaotero va muy bien, porque “hay un interés en el país por el desarrollo de la actividad en términos de crecimiento de las áreas de los cultivos”.
Reconoce que hay un pesimismo generalizado que se ha venido incrementando por la disminución de los precios del cacao externo e interno, entendiblemente coyuntural pero dicha situación “lamentablemente ha sido aprovechada para fomentar desconcierto por parte de algunos sectores”.
Trajo a colación el Plan Decenal Cacaotero que viene aplicando la Federación y que, en sus palabras, tiene buenas perspectivas, pues el Gobierno Nacional impulsa dicho programa con el apoyo de los miembros de la cadena cacao y chocolate en el país.
Los aciertos
“Si bien es cierto, los precios internos del grano estuvieron bajos y el Gobierno Nacional, mediante una solicitud de los cultivadores, salió a apoyarnos para mitigar el efecto de dichos precios con ayudas para la comercialización entregando 400 pesos por kilo”, le explicó el funcionario en exclusiva a EL NUEVO SIGLO.
Pero este no ha sido el único apoyo, pues también se cuenta la campaña sanitaria del control de la monilla ya anunciado por el Ministerio de Agricultura, tema que resaltó Rojas como avance de la locomotora.
Por otro lado reconoció instrumentos como el crédito, tecnología disponible que la Federación implementa “la cual permite productividades dentro de las mejores obtenidas en el mundo”.
El Gerente Técnico comentó que “existen también los clones del cacao de alta calidad y productividad que permiten la competitividad en el entorno mundial, en el que el grano ha sido catalogado como un producto de fino sabor y aroma”.
Añadió que actualmente trabajan en estandarizar productos específicos provenientes de los materiales regionales de Colombia en el que se conjugan tecnología, ecosistemas propicios, materiales genéticos apropiados, “y gente que puede trabajar con instrumentos que hacen posible que marche nuestro vagón de la locomotora”.
La realidad
Posición similar es la del presidente de la Bolsa Mercantil de Colombia, Iván Darío Arroyave, quien manifestó recientemente que “el arranque del tren agropecuario se viene dando sobre la base de transformaciones profundas e integrales de la estructura productiva del sector, y los resultados ya se están cristalizando, a pesar de coyunturas adversas que lo han afectado”.
Sin embargo, reconoció la línea base con que empezó el actual Gobierno cuando registró “un PIB sectorial distante del ideal, de hecho, en el 2008 y el 2009 se presentaron tasas de -0,4 y -0,7 respectivamente”.
En sus comentarios no dejó de lado la realidad que vive el país como aspectos estructurales que han restringido el avance del agro, “los cuales se relacionan directamente con los factores de producción agraria, tierra, capital, recurso humano y tecnología”, muchos de estos “determinantes del rezago agropecuario que exigen cambios profundos, cuyos resultados se concretarían en el mediano y largo plazo”.
Fue realista frente al lento crecimiento que no será tan “vigoroso y sostenido si esos factores no están en un punto consistente con tal aspiración, y si no se conjugan en un marco institucional, normativo y de políticas adecuado”.
Recordó que en agosto de 2010, Colombia presentaba considerables problemas de tierras en lo referente al conflicto armado interno generando despojos de los propietarios “de cerca de dos millones de hectáreas, y se estimaba que 1,5 millones de hectáreas de predios rurales estaban sin formalizar su propiedad”.
Dentro de las cifras entregadas afirmó hace pocos días que para esa fecha, la tierra cultivable tenía una subutilidad del 77,21%, y la ganadería desbordaba su frontera en un 85,78%, “donde en promedio cada animal disponía de casi 2 hectáreas”.
En términos del recurso humano, a la calidad de vida de los productores en el ámbito rural, tal como lo indicó, “no se le había dado un peso trascendental como uno de los determinantes estratégicos de competitividad y desarrollo agropecuario, debido a que el enfoque de los gobiernos ha tendido a centrarse en los indicadores técnicos de producción del campo”.
En sus palabras, las cifras del Dane señalan que en 2010, en el campo vivían 11,1 millones de personas, de las cuales el 47,2% lo hacía en condiciones de pobreza, y el 23,6% se encontraba en la franja de pobreza extrema.
“A esto se asocian niveles dramáticos de desempleo, informalidad y falta de acceso a educación, salud y vivienda. Igualmente, se registraba un elevado índice de desplazamiento forzado que entre el 2007 y el 2010 llegó a 708.910 hogares”, sostuvo.
Las proyecciones
El ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo ya había explicado que proyectaba un crecimiento del sector agropecuario entre 2,5 y 3,0 para este año.
“Todavía no estamos a velocidad de crucero, pero por primera vez, después de cuatro años esta locomotora está en la carrilera del crecimiento positivo. Factores como el Tratado de Libre Comercio (TLC), que entró en vigencia hace seis meses, han hecho que el Gobierno implemente el aparato administrativo para aprovechar el acuerdo”.
Por eso se aferró a la idea de que han trabajado en cómo acelerar las posibilidades de productos “gananciosos” con el TLC, como frutas, verduras y carne, “y nos hemos preparado para ayudar a sectores amenazados como el arrocero y el lechero”.
Reforma agraria
En el marco de las negociaciones de paz y los acercamientos con las Farc, la política agraria encabeza la lista de discusiones por lo que el jefe de la cartera ministerial abrió un espacio para que los ciudadanos puedan aportar ideas de lo que será una reforma agraria.
Al mostrarse complacido con el punto en la agenda, Restrepo Salazar comentó que “el acceso a las tierras, la política de desarrollo rural y la Política Agraria Integral, había sido definida como el primer punto en la agenda a desarrollar en estas rondas de conversaciones. De manera que los foros se han convenido en el primer paso o eslabón en este proceso de desarrollo al primer punto, toda vez que el tema agrario o de desarrollo rural, siempre se ha considerado que es uno de los temas centrales del conflicto colombiano”.
Las críticas
Uno de los varios lunares que ha tenido la locomotora del agro es el tema de la extranjerización de la tierra que afecta directamente a los campesinos y predios del país.
Así lo han manifestado en repetidas ocasiones varios congresistas como el senador del Polo Democrático Alternativo Jorge Enrique Robledo al decir que las multinacionales continúan explotando las tierras agrícolas del país “sin que nada les pase”.
Por ello ha insistido en que “se hace necesario regular la propiedad y explotación de las tierras agrícolas por parte de los inversionistas extranjeros. Esta iniciativa es una respuesta al fenómeno conocido como extranjerización de tierras, y se fundamenta en las obligaciones del Estado de garantizar la seguridad alimentaria y de defender los derechos de los campesinos y empresarios colombianos”.
Se refirió a países como Argentina, Brasil y Estados Unidos en donde hay una regularización que restringen a los extranjeros el acceso a la propiedad.
“Estos hechos prueban la importancia del tema, sobre el cual se ha guardado silencio en los medios de comunicación, mientras avanza la compra de tierras por inversionistas extranjeros”.
El congresista conservador Hernán Andrade retó hace pocos días al Ministro de Agricultura a que defendiera en el Legislativo “con argumentos y no con insultos” su calificativo de “xenofóbica” a la iniciativa de regulación de extranjerización de la tierra que avanza su trámite en el Congreso.
Los cuestionamientos obedecieron a que el jefe de la cartera del agro comentó en algunos medios de comunicación que “más allá de este acto legislativo, se está despertando en el Congreso y en otros círculos cierta xenofobia desafortunada, que ha recibido apoyo en iguales decibeles en el discurso del líder guerrillero alias 'Iván Márquez', según lo cual, cualquier inversión extranjera en el agro es malsana”.
Al ser preguntado sobre la reciente aprobación en primer debate del acto legislativo que restringe la actividad agropecuaria y minera extranjera, el Ministro respondió que “ese es un proyecto redactado de manera chapucera, un disparate del que el Gobierno disiente. Busca constitucionalizar leyes prohibiendo de un porrazo la inversión extranjera. No es cierto que se estén quedando con medio país. Aspiro a que no haga tránsito en los 7 debates que le faltan”.
De otro lado, el pasado viernes el Gobierno Nacional recibió una solicitud de inyección de 5 billones de pesos, “para el sector ganadero colombiano en los próximos 10 años”, tal como lo expuso el presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie.
Sus palabras se dieron en el marco del Congreso ganadero que se realizó en Santa Marta, en donde explicó que “estos recursos se usarán para consolidar el programa de trazabilidad bovina e implementar Sistema de Vigilancia y Control que satisfaga las necesidades de los Estados Unidos y la Unión Europea”.
Por ello, afirmó que “son más de 5 billones de pesos, una aspiración bastante modesta, pero si el Presidente, recientemente, anunció ante el Congreso de Cafeteros, que solamente durante los dos primeros años de su Gobierno, los apoyos al gremio cafetero han superado los 2,1 billones de pesos, ¿Por qué a nosotros no?”.
El futuro
Auguró un buen futuro para lo que resta del Gobierno Santos ya que “la Federación ha venido liderando el desarrollo implementando los sistemas del manejo del cultivo, proporcionando las semillas necesarias y acompañando a los cultivadores”.
En ese vaticinio no dejó de lado que Colombia era deficitario en materia de cacao para la industria procesadora nacional y, según explicó, desde el año pasado y especialmente en este “se ha dado una especie de quiebre de tal manera que ya la producción colombiana en el exterior tiene buena demanda al igual que el consumo interno”, por lo cual Colombia se convertirá, dijo, en un excelente exportador.
“La Federación estableció un proyecto de comercialización de cacao y la exportamos a Europa. En la medida en que transcurran los años, esperamos que vayan aumentando los volúmenes para que Colombia se consolide como exportador”, dijo.
Otros logros
El presidente de la Bolsa Mercantil de Colombia, Iván Darío Arroyave destacó en su momento que “se han cubierto agro-exportaciones por 1.080 millones de dólares y ventas de 37.084 toneladas de maíz amarillo tecnificado. Con la Ley del Plan de Desarrollo se lograron normas que facilitarán la activación del mercado del seguro agropecuario.
Se debe destacar también el Plan País Maíz, con el cual se desea fortalecer la seguridad alimentaria y ha permitido, en dos años, pasar de depender de las importaciones del 80% al 71%.
El despegue de la locomotora agropecuaria se viene dando sobre la base de transformaciones profundas e integrales de la estructura productiva del sector, y los resultados ya se están cristalizando, a pesar de coyunturas adversas que los han afectado”.
La sostenibilidad
Para el gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Luis Genaro Muñoz, para el 2013 “ninguna crisis puede superarse con una sola medida. Pero yo hablo de sostenibilidad, la cual tiene tres puntas fundamentales: la económica, la social y la medioambiental, y hay que construir sobre las tres bases. Colombia tiene que aumentar su nivel de productividad y para eso tiene que seguir reconvirtiendo su caficultura”.
“Por eso, desde hace tres años, nuestro foco ha sido cambiar la estructura productiva del café. Ahora nos preocupa que se entienda que Colombia hoy es diferente”, dijo.
Durante la celebración del LXXVII Congreso Nacional de Cafeteros algunos productores antioqueños le replicaron al Gobierno que “le agradecemos al Presidente Santos la ayuda que está suministrando a los cafeteros pero no estamos de acuerdo con que se desconozca que no estamos en crisis. No entendemos en qué país vivimos, no hay sino que ir a las fincas para ver la situación de los caficultores. Desde luego, la crisis no está en Bogotá sino en las fincas cafeteras”.