Localidades reciben nuevas tecnologías | El Nuevo Siglo
Lunes, 17 de Junio de 2013

Por primera vez, más de 400 empresarios, entre fabricantes, distribuidores y comercializadores de la tradicional zona de la tecnología en Bogotá, se unieron para llegar a los hogares del Distrito que pertenecen a los estratos dos y tres con el objeto de educar y facilitar el uso de nuevas tecnologías como parte de los programas sociales que adelanta el sector comercial de Unilago y el Centro de Alta Tecnología. Las localidades con las que se realizará el proyecto son Suba, Fontibón, Kennedy y Bosa.

La iniciativa, liderada por SED International de Colombia S.A.S. y apoyada por reconocidas marcas como Intel, Microsoft, Lenovo, Epson, Vaio, Samsung, Toshiba, Acer y HP, contempla la llegada de un bus a los diferentes sectores de la capital, el cual será plenamente identificado con el lema de la campaña ‘Súbete al bus de la tecnología’ y de acceso gratuito. Durante el recorrido por los establecimientos comerciales los capitalinos podrán acceder a cursos gratuitos, acceso a productos con descuentos y facilidades de acceso a crédito, además de charlas de sensibilización de adquirir productos y servicios legales en establecimientos de comercio formal.

Esta actividad por las diferentes localidades arrancó en la carrera 15 con calle 78, en la zona tecnológica de Bogotá, y el otro bus estará ubicado en la localidad de Suba estacionado en la parte trasera del Centro Comercial Plaza Imperial (Calle 149 con carrera 104). Este transporte contará con un itinerario de cinco viajes diarios durante los fines de semana programados desde el 14 y 15 de junio en Suba, 22 de junio en Fontibón, 6 de julio en Kennedy y 13 de julio en Bosa, y transportará a los ciudadanos desde la localidad hasta la carrera 15 entre calles 77 y 79, los espera durante su recorrido y nuevamente los regresa a su zona.

Paralelamente a esta actividad, los comerciantes del sector resaltan el avance que han logrado frente a la ilegalidad, situación que hace unos años los venía afectando. Sin embargo, hacen un llamado a las autoridades competentes para que sigan vigilantes apoyando el trabajo que viene ejecutando el comercio de cara a velar por la formalización y la legalidad dentro de sus establecimientos y frente a la seguridad y ventas ambulantes en los alrededores del sector comercial.

En este sentido, el vocero de la actividad y representante de Microsoft Colombia, José Francisco Ardila, señala que los empresarios vienen trabajando en la formalización y la promoción de la legalidad. “Hoy podemos decir que en un gran porcentaje los casos de piratería al interior de los centros comerciales de la zona están erradicados y la apuesta es por ofertas de valor, legalidad y experiencia al consumidor. La Informalidad ha sido un dolor de cabeza en los exteriores de este sector desde hace algunos años, y es ahí donde se genera el foco de la piratería, la baja calidad y el engaño al consumidor” agregó Ardila. 

Por otra parte, el 53 por ciento del software utilizado en Colombia es ilegal. Las pérdidas por piratería de software ascienden a US$127 millones de dólares, creciendo 17,76 por ciento en el 2012. Sin embargo, Colombia es el país con el índice más bajo de piratería en la región, Latinoamérica tiene un índice del 61 por ciento. Según cifras entregadas por el comercio formal de la zona basadas en el Estudio Mundial de Piratería de Software de BSA (Business Software Alliance) el cual abarca todo el software empaquetado que se ejecuta en computadoras personales, incluidas computadoras de escritorio, portátiles y ultra portátiles.

De la misma manera, los principales problemas ocasionados por el uso de software ilegal en pymes en Latinoamérica son: afectaciones por virus 69 por ciento, fallas menores en los sistemas 41 por ciento, gastos inesperados de reparación 17 por ciento, fallas críticas en los sistemas 17 por ciento, pérdidas o daños de información 14 por ciento, incidentes de seguridad informática 6 por ciento, otros 2 por ciento. Así lo indica el Estudio Prince and Cooke 2012, el cual se realizó con el fin de conocer la realidad del uso del software sin licencia, como de los riesgos asociados de la piratería en el segmento de pequeña y mediana empresa en Latinoamérica.