Lo que va de Gaitán a Petro. Ayer se nos quedó en punta el estudio que el analista Gerardo Cañas Jiménez, director de la revista El Nuevo Siglo Minero, hizo sobre la influencia de Italia, verdadera fuente de la que se nutre el modelo Petro: la izquierda italiana inspirada en la obra Imperio y Multitud, de Antonio Negri y Michael Hart.
Lo que iba de Moro a Gaitán. Cañas contó en el tradicional desayuno dominical del Centro de estudios de “Los pájaros dormidos” que Negri fue detenido el 7 de abril de 1979, bajo la sindicación de haber sido el autor intelectual del secuestro y posterior asesinato, en cautiverio, del exprimer ministro italiano y fundador de la Democracia Cristiana, Aldo Moro, doble crimen que se atribuyeron las llamadas “Brigadas Rojas”.
Lo que iba de Ferri a Gaitán. En el debate se puso de presente el otro modelo que en el pasado importó de Italia el notable penalista y caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán, en sus audacias como alcalde, dos veces ministro y jefe único del “Unirismo”. Según cuenta el abogado, escritor y periodista Óscar Alarcón, el de los Micro-lingotes, el embajador en Roma, José Vicente Concha, escribió que “Gaitán llegó muy tarde donde el profesor de profesores de derecho Enrico Ferri”.
De Gaitán a Petro. A Gaitán no le fue bien en la administración pública: de la Alcaldía Mayor de Bogotá lo sacaron por la puerta de atrás los taxistas capitalinos, cuando pretendió uniformarlos, a la usanza italiana, y al entonces presidente López Pumarejo no le quedó otro recurso que darle “el cuyo”. A Gaitán se le notó su incapacidad cuando ejerció los ministerios de Trabajo, Comunicaciones y Educación, carteras de las que también salió por voluntad presidencial. Igual suerte corre actualmente el alcalde Gustavo Petro, quien en materia de administración pública no muestra destreza alguna y sus esfuerzos terminaron en el pote de la basura.
La ley chupeta. Camina rapidísimo una iniciativa legislativa que busca darles vía libre a los congresistas que pretendan llegar al Ejecutivo. El Barquero supo que Germán Vargas, Simón Gaviria y Roy Barreras hacen ingentes esfuerzos para coronar sus proyectos políticos. Para nadie es un secreto que los tres tienen ambiciones presidenciales; que Vargas se mueve como pez en el agua en estos menesteres, toda vez que en la inauguración de la nueva sede del Ministerio de Vivienda, el propio presidente Santos le dio el visto bueno catapultándolo como su hombre de confianza; legitimándolo como su heredero universal y abriendo la posibilidad de una crisis ministerial que estaría madurando.
La renuncia de Hoyos. Entre los cambios que se vislumbran aparece la dirección general del SENA, que desempeña con lujo de competencia Luis Alfonso Hoyos, quien en diciembre radicó su renuncia, después de un largo “interrogatorio de parte” al que lo sometieron en Palacio los congresistas Roy Barreras y Aurelio Iragorri, ante el Presidente, acusándolo de no repartir la mermelada y de no representar al santismo en el Gobierno.