En estos días de jolgorio y aguardiente, cuando el acostumbrado receso de Navidad y Año Nuevo genera una intrincada aridez informativa, resulta oportuno pasarle revista a lo que pudo haber sido y no fue en las áreas en las que suele navegar de lunes a sábado La Barca de EL NUEVO SIGLO.
Otro gallo cantaría
Si el ex presidente Uribe, en vez de jugársela toda por el “Emannuel Preclaro”, hubiese pensando en dos alternativas diferentes, en materia de sucesión, no estaría transitando hoy por la calle de la amargura. Recordemos que el ex mandatario se empleó a fondo con Santos y lo promovió, en su orden, como jefe del Partido de la U; ministro de la Defensa; candidato presidencial y presidente electo.
Dos señores candidatos
Si Uribe hubiese optado por hombres de la talla de Fabio Echeverri Correa y de Luis Alberto Moreno, otro gallo cantaría hoy para el uribismo como partido político.
Echeverri fue presidente de la ANDI, en la mejor época de esta poderosa agremiación; promotor de la primera candidatura de Uribe y conocedor como pocos de la política económica y social de Colombia. O si más bien hubiese pensado en Luis Alberto Moreno, el actual presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, lo más seguro es que cualquiera de los dos hubiese tenido el apoyo mayoritario del pueblo colombiano. Y no estaría padeciendo por cuenta del actual presidente Santos los peores disgustos que vive contra su voluntad desde el 7 de agosto de 2010. Los doctores Echeverri y Moreno son hombres de Estado, ajenos a la galería mediática, nada amigos del irritante exhibicionismo.
La terquedad de Ramos
Si el saliente gobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos, en vez de insistir tercamente en la nominación de Álvaro Vásquez Osorio para su sucesión, hubiese escuchado las súplicas y los pedidos de la clase dirigente paisa, encabezada por Augusto López Valencia, otro gallo cantaría en el pueblo de la dura cerviz.
Ramos pasó de agache ante los editoriales de El Colombiano y El Mundo que reclamaban una opción distinta a la de Vásquez, tras los escándalos denunciados en los medios nacionales. Tampoco quiso escuchar el sabio consejo del veterano jefe conservador Álvaro Villegas Moreno ni pensar en la candidatura de hombre joven, nuevo, con visión futurista, como Sebastián Moreno, una figura generacional capaz de enfrentar a Sergio Fajardo. Prefirió mantener despejado el camino para sus hijos Alfredito y Esteban en vez de darle paso al muchacho que era su “amigo”.
La lógica jurídica
Plantea esta consulta desde Cali el abogado vallecaucano Edgar Victoria González, fiel lector de La Barca: que nos digan los abogados que saben de derecho penal si tiene lógica jurídica que los fiscales o jueces hayan dejado en libertad a más de 250 miembros de las bandas llamadas “Erpac” por no tener antecedentes delictuales, siendo que ellos iban a confesar y aceptar la comisión de delitos.