Lo dicen los expertos. En el desayuno dominical del Centro de Estudios Nacionales, "Los Pájaros Dormidos", celebrado en el club El Nogal, al norte de Bogotá, escuchamos atentamente al exministro de Desarrollo Económico, Jorge Valencia Jaramillo, y al exembajador en Rusia, Diego Tobón Echeverri, haciendo un pormenorizado análisis de las implicaciones que traerá para Colombia, en sus relaciones con Venezuela, la crisis surgida a raíz de la cumbre Santos-Capriles, sumada a la disparatada propuesta (ya descartada) de pedir para Colombia un puesto en la OTAN.
A primo y dúo. Mientras Valencia Jaramillo abordó la problemática colombo-venezolana desde la perspectiva económica y política, Tobón Echeverri se sumergió en los orígenes de los regímenes de izquierda, desde el marxista-leninista y comunista, hasta llegar al socialismo del siglo XXl.
Valencia Jaramillo -arquitecto del Pacto Andino en compañía del expresidente Carlos Lleras Restrepo, su inspirador- compartió con la mesa remembranzas de sus reuniones con el entonces presidente chileno Salvador Allende y rememoró las razones que llevaron al presidente Augusto Pinochet a retirar a su país del Acuerdo de Cartagena.
Lo que dijo Valencia Jaramillo. “Se planteó un conflicto entre la teoría de mercado y una economía centralmente planificada y dirigida. En esta última no se deja que operen libremente las fuerzas del mercado sino que el Estado mismo decida cómo debe operar toda la economía. Dicho de una manera más simple, dónde y a quién se le compra; dónde y quién produce y a quién se le vende; es decir, todas las decisiones tienen un carácter político oficial que es, a mi juicio, lo que está haciendo hoy Venezuela”, subrayó con énfasis el exministro paisa.
Chávez-Uribe. “Debido a las diferencias políticas entre los expresidentes Hugo Chávez y Álvaro Uribe, el primero decidió retirar a Venezuela de la Comunidad Andina de Naciones y prácticamente cortar de tajo el comercio con Colombia. Fue así como de un intercambio comercial de cerca de 8 mil millones de dólares, bajamos a mil millones y a esto había que sumarle las grandes dificultades para que a los exportadores colombianos les cancelaran sus facturas”. En efecto, la situación no ha cambiado. Las exportaciones nuestras hacia el vecino país ya perdieron todo su encanto”.
Las cartillas de racionamiento. En su dramático relato, el poeta de la economía internacional dijo que “todo esto significó que Venezuela entrara en un proceso altamente desordenado de importaciones y distribución de toda clase de bienes. Por eso (continuó el experto) vemos cómo en Venezuela hoy por hoy escasea la harina; mañana, el pollo; pasado mañana, la carne y así sucesivamente, hasta el infinito. Tanto es así, que entiendo que Venezuela ya está pensando en establecer para sus habitantes las cartillas de racionamiento, en las que se fijan de antemano qué cantidad puede comprar el consumidor de cada producto o sea el verdadero caos”.
(Valencia dijo esto el domingo y la antipática libreta apareció en Caracas el martes).