Los italianos fueron invitados este lunes a comprar títulos de deuda pública de su país, al borde de la quiebra financiera, con el fin de manifestar su confianza en la tercera economía de la Eurozona, acosada por una colosal deuda del 120% del PIB.
La original propuesta, fue lanzada por un empresario privado en el diario Il Corriere della Sera y ha sido apoyada por la asociación bancaria italiana (ABI).
Para estimular a los italianos, los bancos ofrecen sin comisiones los títulos a particulares y empresas en el mercado secundario o intercambian deuda ya emitida.
Por su parte, el Estado italiano captó el lunes 567 millones de euros (759 millones de dólares) con una emisión de obligaciones con vencimiento en 2023 por las que tuvo que ofrecer un interés de 7,3%, en fuerte alza respecto al 4,3% de la última operación similar.
La emisión, indexada a la inflación, se sitúa dentro de las expectativas del Tesoro de captar de 500 a 750 millones de euros. La demanda fue de 1.225 millones de euros.
No han sido divulgadas por ahora cifras oficiales sobre la iniciativa, que involucra a familias y empresarios y que se repetirá el próximo 12 de diciembre.
"Los ahorradores han reaccionado en forma excepcional, fuerte, por encima del promedio", aseguró Gianbattista Roversi, administrador delegado de Hi-Mtf, el tercer grupo por negociaciones financieras.
"Hemos firmado más de 9000 contratos por un valor de 241 millones de euro frente a un promedio media de 46 millones y 1000 contratos, lo que quiere decir que los pequeños ahorradores son los que han negociado", dijo.
"Los italianos en los momentos difíciles saben reaccionar", comentó.
A la salida de algunos bancos de Milán y Roma, varios clientes interrogados por la AFP no conocían la propuesta o no tenían los medios para comprar deuda debido a la crisis, una inversión que parte de 1.000 euros.
"Me esperaba más movimiento", indicó Francesco Montuori, director de una filial de la banca Intesa Sanpaolo de Roma.
ABI consideraba la iniciativa más que todo "simbólica" y una suerte de señal para alimentar un clima de confianza en el país con el fin de mejorar el juicio de los mercados sobre la economía de Italia.
La llamada "Jornada del BTP" o "BTP Day", fue lanzada el pasado 5 de noviembre por el empresario Giuliano Melani, quien pagó una página entera de publicidad al Corriere della Sera, mayor diario del país.
"Ciudadanos, amigos, hermanos, compremos la deuda" de Italia, instaba.
"Nosotros contrajimos la deuda. Nadie es inocente", escribió tras condenar la incompetencia de los políticos, la difusa evasión fiscal y los contratos de trabajo ilegal.
Además de empresarios, la asociación de futbolistas apoyó la iniciativa, como un mensaje de orgullo patriótico de sus multimillonarios deportistas, varias veces campeones del mundo.
"BTP Day. No gracias. Amamos Italia pero no estamos dispuestos a sacrificar nuestros ahorros de toda la vida para salvar a la 'casta', --la clase política--, a los banqueros y a los grandes monopolios", respondió en cambio en un blog Paolo Barrai, especializado en economía y finanzas en una publicidad del diario Libero.
Mientras la escasez de liquidez sigue reinando en la península, el Fondo Monetario Internacional desmintió el lunes la existencia de negociaciones con las autoridades de Italia sobre un supuesto plan de ayuda para la península, de cerca 600.000 millones, mencionado el domingo por la prensa italiana.
El nuevo gobierno liderado por el economista Mario Monti, al poder desde hace dos semanas, deberá adoptar en pocos días un nuevo plan de ajuste para obtener el equilibrio presupuestario en el 2013 combinando recortes con crecimiento.
El plan debería introducir un impuesto a las propiedades inmobiliarias, una reforma del sistema de jubilaciones y medidas para liberalizar y relanzar la estancada economía italiana.
AFP