El precandidato presidencial del Partido Conservador lamentó la forma en la que la colectividad votó esta ley estatutaria.
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Durante una reunión sostenida con los senadores y representantes del Partido Conservador, en la sede de la colectividad, el precandidato presidencial Rubén Darío Lizarralde expresó su inconformidad sobre cómo sus copartidarios votaron la reciente ley estatutaria de Justicia Especial para la Paz en las comisiones primeras conjuntas.
Para Lizarralde, lo realizado por el partido no es entregarle el país a la paz, sino a la quiebra institucional, ya que le abre la puerta a una entidad que constitucionalmente es ilegítima porque no fue avalada por el constituyente primario en el plebiscito.
“Desde un inicio la Justicia Especial para La Paz ha sido cuestionada, tanto por las definiciones que la Corte Suprema de Justicia, el fiscal y el procurador General de la Nación le han dado, pero especialmente respecto al papel que estas instituciones tendrán tienen dentro de ella”, destacó el precandidato.
Lizarralde expresó que lo consignado dentro de los acuerdos de La Habana, donde se encuentra la JEP, está fracturando la institucionalidad, e invitó a que el país tome conciencia sobre lo que está sucediendo.
“¿Quién defiende la Constitución? ¿El Congreso? ¿La Corte? ¿Quién? Colombia merece una institucionalidad que una y nos permita avanzar dentro de un proceso de desarrollo económico y social”, les manifestó a los congresistas conservadores.
A sus copartidarios les hizo un llamado a la unión en torno a las propuestas de cambio y de ajustes de los acuerdos de paz.
“Como precandidato conservador, los invito a que, en nombre de la colectividad, y bajo el liderazgo conjunto del Directorio, de congresistas y precandidatos, recorramos el país llevándoles a los integrantes del Partido y ciudadanos la propuesta de una Colombia que piensa en grande”, afirmó Lizarralde.
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