Línea insular, arte cubano que se toma Bogotá | El Nuevo Siglo
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Sábado, 5 de Noviembre de 2016

Las obras de 10 artistas contemporáneos cubanos  estarán en exposición hasta el 21 de diciembre en la Galería La Cometa bajo el nombre Línea insular. La muestra, producto de un proceso curatorial conjunto con Galería Habana revela de manera simbólica temas neurálgicos, mediante distintos lenguajes, técnicas y soportes.

Obras de Alexandre Arrechea, Glenda León, Glexis Novoa, Iván Capote, Enrique Báster, Ariamna Contino, Roberto Diago, Álex Hernández, René Francisco y Gustavo Pérez Monzón materializan lo etéreo sin prescindir de la poesía usando de manera personal los soportes y herramientas que les ha proporcionado la tradición: papel, lienzo, óleo, bronce, madera, mármol y acero.

El mundo ha volcado su mirada a la producción artística de la isla. Varias instituciones se han mostrado dispuestas a exponer arte cubano, galerías internacionales han insistido en engrosar su lista de artistas representados con nombres cubanos y coleccionistas viajan a la isla para conocer lo que está aconteciendo en ella en cuestiones de arte. Las obras que participan en esta exposición, parten de materias disímiles, a veces de un dibujo crean tramas y otorgan corporeidad a las palabras.

"Esta exhibición es una muestra de la producción simbólica cubana y la extensión del arte en la geografía insular, las coordenadas de las zonas más visibles del arte cubano contemporáneo y algunos de sus protagonistas", afirma Ana Cárdenas, curadora de la Galería La Cometa.

La obra de Roberto Diago, por ejemplo, indaga sobre el racismo que aún es una problemática irresuelta en Cuba, en Latinoamérica y en el resto del mundo. La denuncia con la sutileza que le brinda el lienzo desgarrado como parábola de las secuelas y las cicatrices profundas que deja en el ser humano.

Y mientras Diago se enfoca en las diferencias que distancian a las personas, en el otro extremo, la obra de Alexandre Arrechea marca el inicio de una carrera contrarreloj en igualdad de posibilidades. Jerarquías negadas es un utópico reflejo del equilibrio.

Por su parte, Iván Capote en su interés de crear una obra minimal en balance con el atractivo estético, y en su juego constante con las morfologías de los textos y sus significados, insinúa asuntos que hay que descubrir más allá de las palabras.

Hoy, para estos y todos los artistas cubanos, el término “frontera” comienza a perder sentido. El sueño de “Isla-Mundo” se debilita tras la aceptación de que integran el engranaje de un sistema mayor. Crean obras para el mundo y sin limitarse a ser cubanos, pretenden y consiguen ser universales.