La pesadilla para los comunicadores Salud Hernández-Mora, Diego de Pablos y Carlos Melo, llegó a su fin ayer cuando recuperaron la libertad, tras ser secuestrados por el Eln, flagelo por el que está estacado el inicio de las negociaciones de paz con ese grupo, que se niega a proscribirlo.

 

Los periodistas fueron entregados gracias a la mediación de la Iglesia Católica y la Defensoría del Pueblo.

Hernández-Mora había sido plagiada el viernes en la tarde cuando se dirigía a hacer un reportaje sobre cultivos ilícitos y los dos comunicadores de RCN cuando se movilizaban por la región del Catatumbo, tras la pista de la colombo-española.

 

“Confirmado que está liberada”, declaró el arzobispo de Ocaña, Gabriel Villa, al anunciar que Hernández había sido entregada por el Eln a una misión humanitaria, sin especificar dónde ni cómo.

 

“Estoy estupendamente; muchísimas gracias a la Iglesia católica, muchísimas gracias a todos los colegas”, dijo unos minutos después Hernández-Mora. “Ha sido todo rápido, lo que pasa es que la vuelta no es rápida porque, como sabemos, las carreteras de esta Colombia rural, pues, son un desastre”, agregó la comunicadora. 

 

Unas horas después se conoció del regreso de De Pablos y Melo, reportero y camarógrafo respectivamente, quienes habían sido secuestrados el lunes por hombres armados no identificados en el municipio de El Tarra, cuando cubrían la desaparición de su colega española.

 

“Estamos muy bien de salud, muy contentos y queremos agradecerles a todos”, dijo De Pablos, entrevistado en el noticiero central. “El tratamiento fue bueno”, agregó.

 

El Eln se atribuyó la retención de Hernández-Mora en un comunicado entregado a la propia comunicadora, que ésta dijo no haber leído para no prestarse a “ser vocera de unos bandoleros”.

 

Hernández-Mora, cuya desaparición generó intriga y preocupación internacional, dijo que había sido retenida por la guerrilla contra su voluntad. “Ha sido un secuestro”, afirmó en rueda de prensa.

 

Hernández-Mora le contó a Caracol cómo había sido su secuestro por parte del Eln. “La gente pensará que soy impudente e idiota”, comenzó diciendo la columnista quien el viernes 20 de mayo cuando se despedía de una persona en El Tarra fue abordada por guerrilleros en una moto, quienes le quitaron su equipo compuesto por cámaras, grabadoras y sus notas. 

 

“Cuando ya me iba llegaron en una moto, me dijeron súbase, nos fuimos los tres, me dijeron somos del Eln, de parte del comandante creo que del frente Manuel Vásquez, revisamos todo y esta tarde o mañana se los estamos regresando y de pronto puede entrevistar a un comandante”. 

 

“Al día siguiente llega un tipo que me dice le vamos a devolver sus cosas, llévese su equipaje porque sale para Tibú. Vamos para Filo El Gringo, paran en un punto, viene otra moto y me subo y después otra moto, reconozco que yo hace tres años había estado en esa vereda Buenos Aires y me dicen que tenemos que buscar al comandante tal. 

 

“Yo iba por los equipos y la entrevista y miraba el reloj para ver si todavía alcanzaba a subirme al bus para Tibú. Busqué al comandante que nada que aparecía, dije ya no llego (a tomar el bus) y al cabo de un rato, el tipo me coge todo, equipaje, equipos y me dice acá va a pasar unos días con nosotros. Quédese aquí y espere. Vuelve con una bolsa - ahí ya todos estaban vestidos de guerrilleros - y me dicen cámbiese. Yo les dije soy idiota, por qué me fio de ustedes. Estuve muy enfada como dos días, después se me pasó, pero cada noche me fueron cambiando de un sitio a otro”. 

 

Durante su retención, Hernández-Mora reconoció que estuvo dos días de mal genio y por la emisora del Ejército se enteró que la estaban buscando, por lo que agradeció al Gobierno, al Ejército y a la Policía los esfuerzos que hicieron para ubicarla. Confiesa que hoy siente pena y que en su momento la afectó la posibilidad de que algún uniformado sufriera algún tipo de daño. 

 

También dijo que el lunes tuvieron que salir corriendo por los sobrevuelos de las aeronaves militares.

Por su parte, monseñor Gabriel Villa, Obispo de Ocaña, narró que supo de la libertad de la periodista cuando recibió la llamada de parte del padre Ramón Torrado, el párroco de San Calixto, que era quien la estaba transportando.

 

Los otros dos

 

Entre las poblaciones de El Tarra y Hacarí, Norte de Santander, fueron entregados a una comisión de la Iglesia Católica los periodistas Diego de Pablos y Carlos Melo.

 

Notablemente emocionado, el corresponsal De Pablos, a través de Noticias RCN, saludó a su hija y a su papá, agradeciéndoles por estar pendientes de su situación y señalando que estaba en buenas condiciones.

“Mami quiero darle un abrazo, es lo único que quiero, darle un abracito para que sepa cuanta falta me hizo y papá gracias por todo lo que ha hecho, ya pronto vamos a estar juntos”, dijo el comunicador.

 

El periodista también saludó a Martha Aranda, su mamá, manifestándole que siempre estuvo pendiente de sus mensajes, los cuales fueron fundamentales para continuar resistiendo su condición de cautiverio.

 

“Gracias por todo lo que dijo, por el ambiente que me envió, porque fue lo que nos tuvo de pie y fue siempre lo que nos mantuvo en la lucha, ya nos vamos a ver”, dijo el periodista.

 

Los familiares de los dos comunicadores también agradecieron por el apoyo de las autoridades y sobretodo de la iglesia católica, cuya labor fue fundamental.

 

“Agradezco al Gobierno nacional, a la Iglesia Católica, a Claudia Gurisatti y a todos los periodistas del país por el apoyo brindado durante estos días. Igualmente agradezco a Dios por este regalo”, dijo Martha Aranda.

 

Por su parte, la familia De Pablos Aranda consideró que el Gobierno nacional debe seguir en acercamientos con el Eln, teniendo en cuenta que Norte de Santander es el departamento donde esta guerrilla delinque con más fuerza.

 

El suspenso

 

La desaparición de Hernández se conoció el domingo por boca del alcalde de El Tarra, pero durante la semana se mantuvo el misterio.

 

El miércoles, el presidente Juan Manuel Santos dijo desde el Chocó que de fuente fidedigna se sabía que el Eln tenía a la comunicadora colombo española y a los dos reportes de RCN y exigió su inmediata liberación, así como la de todos los secuestrados, como condición para el inicio de diálogos formales de paz que ambas partes acordaron a fines de marzo. 

 

Ya el jueves el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas confirmó la información y dijo que Hernández-Mora, De Pablos y Molano estaban en poder del Eln y horas más tardes el delegado para los diálogos con esa guerrilla, Frank Pearl, dijo que estaban secuestrados.

 

Ayer el presidente Santos celebró la liberación de los tres comunicadores, cuando se encontraba en un consejo de seguridad en El Tarra, pero reiteró que no habrá negociaciones públicas hasta tanto no sean liberados todos los secuestrados.

 

“Como lo dije cuando se hizo pública la agenda de negociaciones con el Eln, y lo reitero ahora con más razón, no activaremos ninguna mesa de negociaciones mientras el Eln no libere a todos los secuestrados y renuncie definitivamente a este crimen de lesa humanidad”, dijo.

 

Pero los cabecillas del Eln Gabino y Pablo Beltrán han dicho en varias oportunidades que no aceptan exigencias porque ellas no fueron acordadas cuando se anunció oficialmente que se abriría la fase pública de negociaciones y que seguirán secuestrando.

 

Pero algo que llamó la atención ayer fue el llamado del jefe máximo de las Farc, Rodrigo Londoño, alias Timoleón Jiménez o Timochenko, quien instó al Eln a liberar a la periodista española.

 

“Hoy es Salud Hernández. Mañana cualquier colombiano. Esas prácticas deben terminar para siempre en Colombia. La paz impone su libertad”, escribió en su cuenta en Twitter.

 

“Celebramos liberación de Diego de Pablos y Carlos Melo. Esperamos que se reúnan con sus familias. Gracias a Iglesia y Defensoría”, expresó el Mandatario al conocerse el regreso a sus hogares, sanos y salvos, de los periodistas del equipo del Canal RCN.

 

“Quiero también hacerle a la Iglesia, a monseñor Sánchez aquí presente, y a todos los miembros de la Iglesia que han venido contribuyendo para un buen desenlace de estos acontecimientos. Agradecerles al Gobernador, al Alcalde y a todos los que han estado apoyando los esfuerzos de nuestra Fuerza Pública”, dijo.

 

“Quiero agradecerles a todos nuestros héroes, a nuestros soldados, a nuestros policías, a nuestros generales. Aquí estuvo el propio general Mejía, comandante del Ejército, y el general Nieto, director de la Policía, al frente de estas operaciones”, añadió.

 

“Como lo he dicho, no vamos a bajar la guardia sino hasta ver a los otros dos periodistas libres y salvos”, había sostenido el Presidente de la República.

 

No activaremos mesa de negociaciones hasta que el Eln libere a todos los secuestrados y renuncie a este crimen: Presidente Santos 

 

Júbilo

 

“Es una gran noticia, para ella, para su familia, para Colombia, para la libertad de prensa, para la paz. No hay que aflojar en la exigencia de la libertad para todos ya mismo”, dijo Roy Barreras.

 

Por su parte, Samuel Hoyos, Representante del Centro Democrático, indicó que es una buena noticia, pero que el Gobierno debe replantear los acercamientos con esa guerrilla.

 

“Es una gran noticia, esperamos la liberación de los otros dos periodistas que siguen secuestrados por el Eln, esperamos que ella nos cuente qué fue lo que pasó para que el país conozca la realidad”, afirmó.

 

Alirio Uribe, representante del Polo Democrático, dijo que “expreso mi alegría y satisfacción que una periodista como Salud Hernández haya sido liberada, creo que ningún periodista en cualquier parte del mundo debe ser secuestrado o puede tener represalias por su labor periodística, me alegra que esté sana y salva”.

 

Antonio Sanguino, por la Alianza Verde, afirmó que la presión de la opinión pública surtió efecto para su liberación.

 

Aclaró que “Yo creo que la presión ciudadana y de la opinión pública surtió efecto y por fortuna ella regresa a la libertad sana y salva, creo que este episodio debe dejar el mensaje de que no se puede repetir ningún secuestro contra ningún ciudadano en Colombia ni en ninguna parte del mundo y debe dejar la enseñanza de que la labor periodística es sagrada”.