Con nuevos sobresaltos y los rifirrafes normales cuando de discutir un tema se trata, siguió avanzando la reforma de equilibrio de poderes en el Congreso.
Ayer, a pesar de que la Plenaria del Senado no inició a la hora exacta en que estaba citada, 10:00 a.m., dio un paso definitivo el ejercicio de la oposición, de cara a las elecciones regionales de octubre, al ser aprobado en sexto debate.
Con esta “luz verde” el acto legislativo le da cuerpo al accionar de la oposición desde las distintas corporaciones públicas, que avala que el segundo en elecciones tenga una curul en la Cámara Alta, la Cámara Baja, la Asamblea y el Concejo.
Lo anterior significa que el segundo en la contienda presidencial tendrá un escaño en el Senado; el segundo en Vicepresidencia, uno en la Cámara; el segundo en Gobernaciones, uno en la Asamblea del respectivo departamento, y el segundo en alcaldías, uno en el Concejo Municipal.
El coordinador ponente del acto legislativo de Equilibrio de Poderes, el senador Eduardo Enríquez Maya, (Partido Conservador) dijo que el ejercicio de la oposición es un paso importante para el fortalecimiento de la democracia. “Ejercer el control político desde el Senado, la Cámara de Representantes, la Asamblea departamental y los Concejos municipales de ciudades como Bogotá, Cali, Barranquilla, Pasto, Neiva o Villavicencio”.
A su vez, el presidente de la Comisión Primera del Senado, Juan Manuel Galán, afirmó que lo más difícil fue el capítulo del Tribunal de aforados y lo que tenía que ver con el Senado regional por la controversia que ha generado y agregó que se han presentado problemas al momento de explicar algunos puntos a la Plenaria.
El congresista del Polo, Jorge Enrique Robledo, por su lado, insistió en que la reforma es nociva. “Lo que se ve es como una especie de la selva de los micos, y le ponen, y le ponen cosas, allí no hay nada que le resuelva los problemas a los ciudadanos”.
Para Robledo el tema de reducir el número de senadores de la circunscripción nacional, se podría configurar como un acto de agresividad contra el Polo, “la lista cerrada es un acto de agresividad contra el PDA”.
El congresista aseveró que una gran dificultad es la injerencia del ejecutivo sobre los jueces de la República, “esto nada más, ni nada menos que la separación de los poderes”.
Uno de los legisladores que se ha visto contrario a la reforma y que fue el mismo que solicitó la verificación del quórum del pasado jueves fue Martín Morales, del Partido de La U, quien anotó que en el Senado hay dos líneas, una que cree que el texto que salió de la Comisión Primera es un buen documento, y señala que hay otra vertiente que considera que el proyecto tiene aportes y dificultades.
“Creo que a veces se pierde un poco la conexión entre la exposición de motivos, el título y el mismo texto del artículo”, dijo. Acotó que su gran preocupación es que se fortalece aún más el régimen presidencial.
“Creo que no se le puede quitar funciones a los demás poderes. Debemos profundizar en la Constitución de 1991”, señaló.
La senadora conservadora Nora García Burgos expresó que la ley se debe aprobar con mucho cuidado e indicó que hay algunos puntos controversiales entre los mismos senadores.
Luis Fernando Duque dijo que uno de los puntos más complicados es lo que tiene que ver con la conformación de las listas para las elecciones.
Y uno de los artículos aprobados fue que elimina el llamado “el yo te elijo, tú me eliges”, por lo que la conocida puerta giratoria entre las Altas Cortes llegará a su fin. La iniciativa establece que los servidores públicos no pueden postular, nombrar o nominar en un cargo a sus familiares y esposas, o quienes hayan incidido en su nombramiento.
De la misma manera se estableció que los altos dignatarios dentro de las Cortes y los órganos de control no podrán reelegirse. Igualmente se confirmó que los magistrados de las Cortes, el Fiscal, el Procurador, el Defensor del Pueblo ni el Contralor podrán reelegirse para un nuevo periodo constitucional.
En el momento de votar la eliminación de la reelección presidencial, Carlos Fernando Galán pidió la palabra para explicar que a él no le parecía mala la norma constitucional, pero explicó que “sí está de acuerdo con la eliminación de la figura de la reelección como una fórmula para acabar con el desequilibrio que generó la reelección a partir de su aprobación”.
“Si la decisión es no reformar la estructura y el corazón de la Constitución sino resolver ese desequilibrio, el camino correcto es eliminar la reelección presidencial”, agregó.
Durante el desarrollo de la plenaria del Senado y cuando se votaba el tema de la inhabilidad para el vicepresidente de aspirar a la Presidencia, el senador Martín Morales del Partido de La U volvió a presentar la proposición que tenía ese objeto de inhabilitar. Pero allí se recordó que eso ya había sido votado y discutido en la Comisión Primera.
El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, expresó que “lo que se tiene es un año de inhabilidad para los altos funcionarios del Estado para aspirar a la Presidencia, es tiempo más que suficiente para que las eventuales ventajas dejen de existir y haya una igualdad de condiciones, y además no nos parece conveniente establecer una inhabilidad con nombre propio y por eso pido a la plenaria ratificar la determinación de la comisión”. Esta proposición fue negada por mayoría.