El parlamento libio se pronuncia de nuevo sobre un gobierno de unidad nacional para intentar sacar al país del caos y frenar el auge de los yihadistas del Estado Islámico (EI).
El llamado Consejo de la Presidencia, auspiciado por la ONU y formado por facciones rivales, anunció el domingo una nueva composición del gobierno que ahora tendrá que ser aprobada por el parlamento.
En enero pasado la cámara rechazó una primera propuesta de un gobierno de 32 miembros, un número que consideró excesivo.
Desde la caída en 2011 de Muamar Gadafi, Libia está dividida en milicias rivales que luchan por el poder. El país norteafricano, rico en petróleo, también se ha convertido en un refugio para los yihadistas del EI.
La votación del parlamento libio reconocido internacionalmente, con sede en la ciudad de Tobruk (este), está prevista para este lunes por la noche. "Los diputados están llegando al parlamento y lo estamos preparando todo. La sesión ce celebrará hoy", dijo el diputado Ali Takbali a la AFP.
La aprobación del nuevo gabinete, dirigido por el primer ministro ya designado, Fayez al Sarraj, sería un paso decisivo hacia la paz tras meses de fracasos diplomáticos.
El enviado de la ONU para Libia, Martin Kobler, pidió a los miembros de la cámara (HoR por sus siglas en inglés) que apoyen al nuevo gobierno. "El viaje hacia la paz y la unidad del pueblo por fin ha empezado", escribió Kobler en la red social Twitter.
"Ahora es crucial que la HoR apoye el gobierno de unidad nacional. Es una oportunidad única para la paz que no se puede dejar pasar", aseguró.
El domingo terminó el plazo de diez días que tenía el Consejo Presidencial, la entidad encargada de formar el nuevo gobierno en el marco del proceso de paz, para presentar una nueva composición.
- Gabinete de 18 ministros -
"Esperamos que sea el principio del final del conflicto en Libia", dijo el domingo uno de sus miembros, Fathi el Mejebri, desde Sjirat, en Marruecos, donde tienen lugar las reuniones del Consejo.
La nueva propuesta es un gabinete de 18 ministros en el que Mahdi al Barghati, un militar cercano a la administración libia reconocida internacionalmente, tendría la cartera de Defensa, uno de los puestos que más han dificultado las negociaciones, en particular por la oposición del poderoso general Jalifa Haftar.
También hay divisiones dentro del Consejo y dos de sus nueve miembros rechazaron apoyar la nueva propuesta. Sin embargo, los diputados consultados por la AFP confían en que finalmente se apruebe.
Para lograrlo se necesita primero que dos tercios de la cámara vote el acuerdo en su conjunto y luego que apruebe por mayoría simple la confianza en el nuevo gobierno.
El gobierno reconocido internacionalmente tiene la sede en el este de Libia desde que en agosto de 2014 una alianza de milicias, que incluye a islamistas, tomó Trípoli, la capital.
Esta alianza ha creado su propia administración y su propio parlamento, llamado Congreso General Nacional (CNG). Un tercio de este congreso aprobó en diciembre el acuerdo de unidad pero su voto no es necesario para el nuevo gobierno.
Los esfuerzos internacionales para poner fin al caos son una respuesta al auge del EI en Libia, que ya está implantado en Siria e Irak.
El grupo yihadista controla la ciudad costera de Sirte, donde nació Gadafi, y desde allí ha lanzado ataques, incluidos suicidas, contra fuerzas rivales que han dejado decenas de muertos en los últimos meses.
El EI también está intentando tomar los campos de petróleo de este país con unas reservas estimadas en 48.000 mil millones de barriles, las más importantes de África.