El venezolano Zamora ganó 2-0 al paraguayo Nacional en la Copa Libertadores 2014, con dos espléndidos goles en el segundo tiempo que dejan abiertas sus posibilidades de clasificarse a los octavos de final por el Grupo 4.
De las botas del joven volante ofensivo Pedro Ramírez, que la temporada que viene jugará en el Sion suizo, nacieron los dos pases convertidos en gol por Juan Falcón (57 minutos) y Jhon Murillo (64).
En el primero, Ramírez, estrella indiscutible del partido, se sacó de la manga un pase milimetrado y recogido en solitario en el borde del área por Falcón, que dosificó con clase la inercia para dejar sentado con un quiebre al portero Ignacio Don y disparar casi sin ángulo.
Pocos minutos después, Murillo recogió otra asistencia formidable de Ramírez también en el borde del área y definió a la perfección con un disparo por la izquierda de Don que entró rozando el palo.
Con este victoria, la escuadra venezolana se sitúa en la segunda posición con 7 puntos, a uno del líder Atlético Mineiro, defensor del torneo, que chocará la semana que viene con el colombiano Santa Fe (último con 4). Nacional es tercero con 5.
La llave se definirá en la sexta y última jornada.
La diferencia táctica entre ambos equipos se hizo evidente desde los primeros minutos del partido.
Los paraguayos salieron a controlar el centro del campo, a triangular para abrir espacios, y pronto tuvieron sus primeras oportunidades de gol, que sin embargo no lograron convertir.
La mejor oportunidad para los visitantes fue en el 50, cuando el volante Silvio Torales se desmarcó para recibir un córner en el borde del área chica y cabeceó con fuerza, pero con un rápido reflejo el portero Angulo bloqueó la diana.
Pero antes habían forjado cinco llegadas claras dentro del área en pocos minutos, que dejaron situaciones propicias para marcar, sin suerte. La estrella de los paraguayos arriba fue Julio Santa Cruz, hermano del internacional guaraní Roque Santa Cruz.
Por su parte, los de Barinas salieron con un carácter más ofensivo, jugando al contraataque y a la pelota larga, pero la poca creatividad en el centro del campo en la primera parte hizo temer un resultado adverso.
Sin embargo, la entrada de Murillo en el 51 y un arrebato de inspiración de Ramírez, que pasó a hacerse amo y señor del centro del campo, le dieron ánimo a los locales, arropados por el calor de un público que sueña con pasar por primera vez en su historia a unos octavos de final de la máxima competición continental./AFP