San Lorenzo de Argentina calienta motores este sábado a puertas cerradas concentrado en la final del miércoles ante Nacional de Paraguay con la ilusión de obtener la primera Copa Libertadores de su historia en su estadio en Buenos Aires, que estará colmado.
El equipo de Edgardo 'Patón' Bauza comenzó la práctica por la mañana pero "a puertas cerradas y sin atención a la prensa", indicó el club y tampoco se mostrará el domingo.
La ansiedad de los hinchas de San Lorenzo, el club preferido del Papa Francisco, que nunca vieron a su club campeón de la Libertadores generó una gran demanda de boletos y miles quedarán afuera, admitió el vicepresidente de la entidad, el popular conductor de televisión Marcelo Tinelli.
Según Tinelli, tienen autorizados 39.000 lugares para 100.000 personas que quieren ver el partido que se disputará en el Nuevo Gasómetro, en el barrio de Flores, al sudoeste de Buenos Aires.
Tras el empate 1-1 en el partido de ida en Asunción, los hinchas se ilusionan de que esta vez el equipo 'azulgrana' pueda quedarse con una copa que le ha sido históricamente esquiva, ya que nunca antes había pasado de las semifinales.
Los fanáticos acamparon e hicieron horas de fila en las inmediaciones de la sede social de la entidad, en el barrio capitalino de Boedo, para conseguir un boleto, lo que obligó a anticipar el viernes la venta de las entradas generales, llamadas 'populares', prevista inicialmente para este sábado.
"El Club Atlético San Lorenzo de Almagro comunica que las entradas para el encuentro de vuelta de la Final de Copa Libertadores se encuentran agotadas", anunció la institución la noche del viernes.
Aclaró que por recomendación de los organismos de seguridad y "para mayor comodidad de los asociados que estaban acampando desde hace dos días", el club adelantó al viernes la venta de las populares.
El club también advirtió en un comunicado sobre la emisión de entradas de protocolo falsificadas que se venden en las últimas horas por internet.
Ante la pasión 'cuerva', el club instaló contrarreloj una tribuna tubular con 1.500 lugares más.
"No tengo dudas de que vamos a ganar y que con la ayuda de 50 mil hinchas la Copa se va a quedar acá", dijo Ignacio Piatti, el volante ofensivo que se perderá la final por haber sido transferido al Montreal Impact, de la MLS de Estados Unidos.
Piatti admitió no obstante que el partido será "muy duro" ya que Nacional es "un equipo duro que corre, mete y tira centros desde los costados al 9 para que la baje".
"Así fue el partido de ida, nosotros manejamos la pelota, fuimos superiores y en una distracción nos hicieron el gol del empate", recordó en referencia a la igualdad anotada por Julio Santa Cruz en tiempo de descuento.
Por su participación en la final de la Libertadores, fue postergado el encuentro de San Lorenzo ante Olimpo, por la primera fecha del local Torneo Transición, que comenzó el viernes en Argentina.