La libertad otorgada al exjefe paramilitar Fredy Rendón, luego de cumplir la pena de prisión impuesta tras su desmovilización, es un mensaje para la guerrilla FARC de que el Estado cumple su palabra, aseguró este viernes el fiscal general de Colombia, Eduardo Montealegre.
El funcionario, en rueda de prensa, aseguró que la libertad otorgada el jueves a Rendón es un mensaje "claro, inequívoco y contundente hacia la insurgencia en La Habana", donde las FARC sostienen diálogos de paz con el gobierno, de "que el Estado cumple y honra su palabra cuando se compromete a soluciones negociadas de un conflicto como se hizo con las (paramilitares) Autodefensas".
Montealegre sostuvo que Rendón, conocido como El Alemán, recibió la libertad luego de cumplir todos los requisitos exigidos en la ley de justicia y paz, un mecanismo de justicia transicional que otorgó penas de máximo ocho años de prisión a paramilitares que se desmovilizaron entre 2003 y 2006, a cambio de confesiones y reparación a sus víctimas.
"Si los desmovilizados cumplen con los presupuestos de contribuir a la verdad, a la reparación, de no delinquir después del proceso de desmovilización, el país y la justicia colombiana tiene que honrar la palabra", aseguró el fiscal.
Rendón, hermano del extraditado narcotraficante Daniel Rendón (alias Don Mario) y quien dirigió a finales de los años 1990 y comienzos de los 2000, un bloque de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), sostuvo al salir de la cárcel que espera "poder vivir en este país".
El Alemán, en declaraciones a la emisora Blu Radio, hizo un llamado al país, al gobierno y a la guerrilla para que no se permita "que la mesa (de conversaciones en La Habana) se acabe".
Rendón aseguró además que los actores armados deben "contar la verdad, dar garantía de no repetición (de sus crímenes) y de reparación", pero advirtió que las penas de cárcel no deben ser "la medida que se debe tener para los procesos de paz".
"Nosotros ya estuvimos (en la cárcel) y no quisiéramos que estuvieran allí quienes fueron nuestros contrarios en la guerra", puntualizó refiriéndose a los miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas).
Unos 32.000 paramilitares, que tomando como justificación el combate a las guerrillas de izquierda cometieron cientos de crímenes contra la población civil, se desmovilizaron en acuerdo con el gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010).
El conflicto armado colombiano, en el que durante más de medio siglo han participado guerrillas de izquierda, paramilitares de derecha, agentes estatales y bandas criminales, ha dejado oficialmente al menos 220.000 muertos y seis millones de desplazados.