Diálogo político, la creación de una comisión de justicia, verdad y paz que conlleve a resolver la situación de los opositores presos y apoyar la decretada emergencia económica, como única vía para enfrentar la grave situación que vive el país, fueron en términos generales los planteamientos que el presidente Nicolás Maduro hizo durante su inédita rendición de cuentas ante la Asamblea Nacional, controlada por la oposición.
En el discurso, que se prolongó por 2 horas y 45 minutos, el presidente Maduro hizo un esbozo general de los programas de gobierno, entre ellos destacó Misión Vivienda Venezuela y fue enfático en advertir a la oposición que no permitirá proyecto alguno que frente ese plan social que ha beneficiado a un millón de venezolanos.
En otro aparte de su intervención reiteró que mantendrá cerrada indefinidamente la frontera con Colombia para combatir los "mil demonios" que vienen de ese país. Dijo que ordenó a la Fuerza Armada activar un plan especial para la zona limítrofe y "que se mantenga cerrada hasta que se termine de restituir toda la vida social, económica y la seguridad de cada palmo" del país.
Respecto a la petición de amnistía a presos políticos que ha insistido y priorizado la oposición en el Parlamento, el presidente Maduro propuso una comisión para resolver la situación de esos antichavistas presos, siguiendo modelos como el que puso fin al apartheid en Sudáfrica.
"Propongo que establezcamos una comisión nacional de justicia, verdad y paz paritaria, que sea presidida por un venezolano o una venezolana de confianza pública y que establezca las bases legales, jurídicas para ir a un proceso de paz, y que no se imponga la visión del perdón de los victimarios a ellos mismos", dijo Maduro, quien reiteró su rechazo a la anunciada ley de amnistía, señalando que con ella se le estaría clavando "un puñal a la paz" y no se curaría "ninguna herida creada por el error político de tratar de forzar la historia a través de la violencia".
A través del bloque legislativo chavista y del vicepresidente, Aristóbulo Istúriz, "quedamos listos y dispuestos para conversar este y cualquier otro tema que sea susceptible y necesario", sostuvo.
Puso como ejemplo el proceso liderado por el líder sudafricano Nelson Mandela para poner fin a la segregación racial, y el marco jurídico del diálogo de paz entre el gobierno colombiano y las Farc.
En Sudáfrica, con un estatuto jurídico, "los que reconocieron sus crímenes completos fueron perdonados, hubo justicia, reparación a las víctimas y muchos de ellos tuvieron que cumplir" penas alternativas, indicó.
Maduro manifestó, en ese sentido, que en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas -del cual hace parte Venezuela- le han "aportado ideas bien valiosas".
El jefe de Estado, que advirtió semanas atrás que vetará la amnistía que se propone aprobar la oposición- aludió en particular a las protestas que buscaban su renuncia y dejaron 43 muertos entre febrero y mayo de 2014. Acusado de incitar a la violencia en esas manifestaciones, López, líder del ala radical de la oposición, fue condenado en septiembre pasado a casi 14 años de cárcel.
Para Maduro, la oposición reincidió entonces en el "error de tratar de imponer escenarios golpistas con apoyo de factores imperiales de Estados Unidos" y de medios de comunicación internacionales.
Economía, una urgencia
En la segunda parte de su prolongada intervención, el presidente Maduro pidió a la oposición apoyar a su decreto de "emergencia económica" frente a la crisis "catastrófica" que sufre Venezuela, y que tiende agravarse ante el desplome de la cotización petrolera, cuyo barril para la cesta venezolana cerró ayer a US$25.
"Espero que se abra un debate lo más amplio posible, pido el apoyo del Parlamento", afirmó Maduro, al entregar al jefe legislativo opositor Henry Ramos Allup el decreto firmado de emergencia, en la tribuna de un abarrotado hemiciclo parlamentario.
"Llamo a todo el país a apoyar las acciones que esta emergencia va a activar, a la unión nacional para enfrentar esta emergencia económica para preservar la paz", dijo el gobernante, que acusa de la crisis a una "guerra económica" de la derecha, apoyada por Estados Unidos, para derrocarlo.
Poco antes de comparecer en el Parlamento, Maduro decretó la "emergencia económica", por 60 días, ante la crisis cuya gravedad confirmó el Banco Central: entre enero y septiembre de 2015 la inflación fue de 108,7% y la economía se contrajo en un 4,5%, las primeras cifras publicadas en más de un año.
"Las cifras catastróficas del resultado de una situación económica que seguramente en otros tiempos, con políticas regresivas neoliberales y capitalistas, tendrían a nuestro pueblo en el desempleo", manifestó el gobernante.
Maduro precisó que ha habido una reducción de más del 70% del ingreso de divisas en poco más de un año, debido al desplome del precio del petróleo -fuente del 96% de divisas-, que esta semana cerró en 24,38 dólares por barril, el más bajo en los últimos 12 años.
El mandatario dijo creer que "llegó la hora" de acabar con esa dependencia del petróleo -fuente del 96% de divisas- y dar un "salto" de la economía rentista a una productiva.
"Llamo a un diálogo constructivo, para la acción, para la construcción de una nueva economía, para el fortalecimiento de los derechos sociales, un diálogo nacional", manifestó Maduro.
Tras el discurso del mandatario, el presidente legislativo aceptó el llamado al diálogo. "Estoy completamente de acuerdo, pero que sea un diálogo con resultados, con medidas concretas, y que cuando ofrezcamos la paz no sea la pax romana, la paz de los sepulcros", le dijo Ramos Allup. /EL NUEVO SIGLO con AFP