La guerrilla comunista colombiana de las FARC afirmó este jueves que liberó "sin condiciones" a un general que había capturado, y negó que exigiera dinero de las regalías petroleras al gobierno para retomar el proceso de paz.
"Con desagrado tenemos que responder los disparates del senador (y expresidente) Álvaro Uribe Vélez, originados en la liberación sin condiciones del general Rubén Darío Alzate", el 30 de noviembre, dijo a la prensa en La Habana el jefe de la delegación de paz de las FARC, Iván Márquez.
Márquez hizo estos comentarios un día después de que el jefe negociador del gobierno, el exvicepresidente colombiano Humberto de la Calle, también desmintiera la versión sobre las supuestas exigencias de las FARC, difundida el domingo por Uribe, uno de los mayores críticos del proceso de paz, en la red social Twitter.
"Cómo le duele a este hombre sin sosiego, que gestos de paz como una liberación, puedan tornar irreversible el proceso de reconciliación", agregó, afirmando que "todas las propuestas e iniciativas llevadas por las FARC a la Mesa de Conversaciones, son de conocimiento público".
De la Calle también afirmó que esa exigencia "ni siquiera fue planteada por las FARC y, en todo caso, si lo hubiera sido, no la hubiéramos aceptado", agregó, afirmando que "alguien le está llenando la cabeza de falsedades" a Uribe.
Anteriormente, el exmandatario derechista (2002-2010) ha divulgado informaciones reservadas sobre el proceso de paz que luego han sido confirmadas por las autoridades.
Tras el desmentido de De la Calle, Uribe replicó el miércoles publicando otros tuits, entre ellos uno que decía: "¿Será mentira que FARC y otros terroristas son promotores, extorsionistas y beneficiarios de minería ilegal?"
La captura del general Alzate llevó al presidente Juan Manuel Santos a suspender el 16 de noviembre las negociaciones de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor guerrilla de ese país, con unos 8.000 combatientes.
A fines de noviembre las FARC liberaron al general y a otros cuatro cautivos -tres soldados y una mujer-, lo que despejó la vía para la reanudación, el miércoles, de las negociaciones en busca de acabar un conflicto armado de medio siglo que ha dejado unos 220.000 muertos y 5,3 millones de desplazados.
Las FARC aceptaron liberar al general -quien se aventuró sin escolta a una remota zona selvática controlada por la guerrilla junto a un cabo y una mujer- tras gestiones de los países garantes del proceso de paz, Cuba y Noruega.