Aunque el incremento en el precio de los arrendamientos de vivienda en el país está regido por el comportamiento de la inflación, en gran parte de la población con menores recursos los aumentos están fijados por la ley de la selva.
Una de las razones para este comportamiento es que mientras a los estratos altos se les hace un seguimiento riguroso, a la población con menores recursos no, dada la alta informalidad de la demanda y oferta habitacional, que en algunos casos tiene problemas de inquilinato.
La presidenta de Unifianza, Clemencia Parra, dijo que “por lo general en el arrendamiento de vivienda en los estratos más bajos de la población está regido por la informalidad, no se sabe cuánto paga cada arrendatario, esa parte es difícil, es como la ley de la selva, donde hay mucho inquilinato o arriendo de habitaciones, es una parte que no está regulada”.
Otro elemento que se evidencia en esta clase de estratos es que se presenta mucho subarriendo, una actividad que no se puede cuantificar ni valorar, pero que además está prohibido por la ley.
De otra parte y al presentar un balance sobre la situación de los arrendamientos, la alta directiva sostuvo que para los aumentos de este año los ciudadanos deben tener en cuenta dos aspectos: para los que tienen contratos suscritos después del 10 de julio del año pasado, este año el incremento es del 1,94 por ciento, el mismo de la inflación, pero para los contratos anteriores a esa fecha, el límite es del 3 por ciento.
Las garantías
Frente a la situación de las garantías de los arrendamientos, Parra precisó que “los propietarios de finca raíz ya entendieron la importancia de la fianza en los contratos de arrendamiento, de proteger su patrimonio y por eso ese servicio se ha incrementado en el último año, y en ese sentido la actividad de Unifianza ha aumentado dado que somos una firma especializada en las garantías, algo que da tranquilidad y confianza al inversionista”.
La alta directiva añadió que “nosotros estamos trabajando de forma especializada en el mercado de arrendamientos, donde analizamos e informamos al público sobre la demanda y oferta, y tenemos muy en cuenta el respaldo inmobiliario”.
Sobre la situación del mercado de arrendamiento en el último año, Clemencia Parra señaló que “entre 2012 y 2013 no solo creció el mercado en unidades sino en valores por metro cuadrado de esas unidades. En Bogotá el 41,6 por ciento de los bogotanos vive en arrendamiento, mientras que a nivel nacional el total es del 38 por ciento”.
La presidenta de Unifianza descartó que en Bogotá se esté presentando una burbuja en el valor de los arrendamientos y dijo que “por el contrario los precios se han estabilizado, en el estrato 4 el valor por metro cuadrado es de 17 mil pesos, en el estrato 5 es de 19 mil pesos y en el estrato 6 hay cánones que tienen un promedio de 28.500 pesos”.
La alta directiva señaló que en el último año se ha presentado un aumento en la morosidad en el pago de los arrendamientos: “en 2012 teníamos una morosidad del 2,8 por ciento, y en diciembre de 2013 llegó a 3,8 por ciento. Sin embargo ese indicador es todavía positivo, no es preocupante por el nivel de cartera que se maneja. Por lo general las personas no se dejan colgar en el pago, pero donde se aprecia un aumento en la morosidad es en el sector comercial, que no le fue tan bien el año pasado”.
Sobre el crecimiento de Unifianza, Parra manifestó que “en 2013 tuvimos un crecimiento del 25 por ciento y para este año esperamos alcanzar el 20 por ciento. En 2013 abrimos oficinas en Barranquilla y Medellín, las cuales han respondido positivamente, pero este año esperamos abrir en ciudades intermedias como Neiva, Valledupar, Ibagué y las del eje cafetero”.