Autoridades levantaron el estado de emergencia en Ferguson, suburbio de St. Louis, Misuri (centro), luego de tres noches de calma en este punto emblemático de los conflictos raciales que vive Estados Unidos.
El condado de St. Louis declaró el estado de emergencia después de que las protestas pacíficas por el primer aniversario de la muerte de Michael Brown degeneraran en episodios de violencia el domingo de noche.
Tyrone Harris, de 18 años, fue herido de bala por la Policía después de haber abierto fuego supuestamente durante las caóticas manifestaciones de ese día.
Los disturbios estallaron nuevamente el lunes de noche cuando manifestantes iracundos lanzaron botellas y piedras contra la Policía.
Las noches siguientes se mantuvieron en calma y sin arrestos, dijeron las autoridades.
"Tengo el placer de informar que nuestros agentes de policía han restablecido el orden e impedido nuevos actos de violencia en Ferguson", dijo en un comunicado el viernes la autoridad del condado de St. Louis, Steve Stenger.
"Quiero hacer hincapié en que los agentes del orden local permanecerán vigilantes, y que los policías están preparados para responder rápidamente en caso de que sea necesario", añadió.
Los disturbios que se produjeron en Ferguson el año pasado tras la muerte de Brown se extendieron a otras ciudades estadounidenses y provocaron un debate sobre la violencia empleada por la policía contra jóvenes negros, en el que se involucró incluso el presidente Barack Obama. Brown fue el primero de una serie de afroestadounidenses abatidos por la policía en 2014 y 2015.