El ex primer ministro Nawaz Sharif reivindicó la victoria de su partido que lo deja en posición de encabezar el gobierno para un tercer mandato, tras las elecciones legislativas de este sábado marcadas por una fuerte participación y violencias con un saldo de 26 muertos.
Según proyecciones de los canales de televisión, la Liga Musulmana (PML-N) de Sharif tiene una amplia ventaja sobre sus principales rivales, el PTI (Movimiento por la Justicia) de la ex estrella de cricket Imran Khan y el PPP (Partido del Pueblo Paquistanés) de la familia Bhutto.
Tras escrutarse cerca de la cuarta parte de los votos, los canales de televisión pakistaníes indicaban que el partido de Sharif obtendría un centenar de escaños sobre 272, unos treinta irían a PTI y otros tantos para el PPP.
"Tenemos que agradecer a Dios de haber dado a la PML-N otra oportunidad de servir a Pakistán", dijo Sharif. "Los resultados siguen llegando, pero ya tenemos la confirmación de que la PML-N va a emerger como el principal partido", dijo a sus simpatizantes, reunidos en su bastión de Lahore (este ).
La PML-N no alcanzaría sin embargo la mayoría absoluta, y en ese caso deberá entrar en negociaciones con los otros partidos para formar una coalición.
El partido de Khan, que hizo campaña prometiendo poner fin a la corrupción, concedió la derrota pero afirmó que conforme a los resultados encabezará el próximo gobierno provincial en el noroeste del país.
La accesión de Sharif por tercera vez al puesto de primer ministro constituirá un récord en Pakistán, después de haber ocupado el cargo entre 1990 y 1993, hasta que cayó por corrupción, y entre 1997 y 1999, cuando fue derrocado por un golpe de Estado militar.
La participación en las elecciones fue "cercana al 60%", anunció el sábado por la noche la comisión electoral.
Se trata de la participación más alta desde 1977, según responsables electorales. En las últimas elecciones de 2008, la participación había sido del 44%.
Más de 86 millones de personas estaban habilitadas a votar para designar a 342 diputados y a representantes en cuatro asambleas provinciales.
Estas elecciones eran históricas ya que permitirán a un gobierno civil pasar el testigo a otro después de haber llegado al final de un mandato de cinco años, toda una novedad en este país creado en 1947 y con una historia marcada por golpes de Estado.
Más de 130 personas murieron durante la campaña electoral considerada por los observadores como la más mortífera de la historia del país, en episodios violentos reivindicados en gran parte por el Movimiento de los Talibanes de Pakistán (TTP) opuestos al proceso democrático que consideran "no islámico".
El TTP había anunciado una cascada de ataques para el día de la votación, protegida por más de 600.000 miembros de las fuerzas de seguridad. Sin embargo, los ataques fueron de magnitud limitada el sábado, aunque dejaron 26 muertos.
Los talibanes del TTP reivindicaron un atentado contra un partido laico que dejó 12 muertos y decenas de heridos en Karachi (sur). En la noche, un atentado suicida, modus operandi de los insurgentes, mató a dos paramilitares. Otros ataques en la inestable provincia de Balutchistan (suroeste) y en el noroeste, bastión del TTP.
"Hemos vivido años en el miedo de las amenazas de los terroristas. Hoy hemos decidido acabar de una vez por toda con este clima del miedo", dijo a la AFP Suhail Ahmad, comerciante de Peshawar.
Sharif e Imran Khan apoyaron la idea de dialogar con los talibanes para intentar poner fin a la violencia y criticaron los disparos de drones estadounidenses contra los islamistas en el noroeste del país. Pero ninguno de los dos precisó cómo harían para lograr la paz sin molestar a Washington, primer socio del país./AFP